“Mi tío está lucido, pero muy asustado. Tenemos que esperar porque los médicos no nos dieron tantas precisiones todavía, solo sabemos que por ahora está estable. Es increíble, pero hasta tenemos que agradecer que la haya sacado barata y el delincuente no lo haya matado”, señaló Karina Gómez, la sobrina del peluquero Juan Carlos Gómez (52 años), quien fue baleado el miércoles a la noche en un asalto.

Ese día a las 20.30, Gómez estaba atendiendo a una clienta en su peluquería de Bulnes al 1.600, en el barrio Kennedy. Mientras el estilista asistía a la mujer un hombre ingresó con gorra y barbijo y le dijo a la clienta que le diera sus pertenencias. “Por como lo dijo, mi tío pensó que era un amigo que había entrado al salón a hacer una broma. Cuando levantó la vista el ladrón lo atacó”, contó Karina a LA GACETA.

Gómez se defendió del ataque, hasta que el delincuente extrajo un arma de fuego y le disparó. El proyectil hirió a la víctima en la ingle, una zona de muchos vasos sanguíneos, lo que le ocasionó una hemorragia. El delincuente escapó con las pertenencias de las víctimas y hasta el cierre de esta edición era buscado por la Policía.

Los médicos y enfermeros del sistema de Emergencias 107 asistieron al peluquero y lo trasladaron al hospital Padilla, donde el hombre permanece internado y espera pasar a quirófano para una cirugía. Ayer por la tarde el escalón de la entrada al local aún reflejaba la pérdida de sangre que había sufrido Gómez.

En la guardia

En la puerta del hospital Padilla Karina esperaba para poder pasar a ver a su tío. Su madre lo había visto horas antes y ambas mujeres se intercalaban para mantener una guardia constante y que siempre hubiera alguien para recibir los partes médicos.

“Sé que está lucido, pero sigue atemorizado, lloró cuando vio a mi mamá porque seguramente se imaginó lo peor”, explicó Karina.

La joven explicó que, hasta donde saben, es la primera vez que asaltan a su tío desde que corta el cabello en ese salón.

Otros robos

“Me impresionó ver la entrada, pasé caminando por el cordón, porque la vereda estaba delimitada con cinta policial. Había un manchón de sangre en la puerta. Después me contaron que al peluquero lo habían asaltado y que estaba en el hospital”, explicó Luciano Guevara, un vecino de Bulnes al 1.600, que es una zona comercial de ese sector de la ciudad.

“El tema seguridad está complicado. Hay muchos arrebatos a pesar de que la Policía sí suele dar vueltas por acá”, señaló Bárbara Saldaño, quien atiende un local de esa cuadra.

La comerciante reconoció que no se había enterado de muchos detalles sobre el ataque que sufrió el peluquero, pero mencionó otro robo reciente en la cuadra: “hace unos días un chico estacionó su auto al frente y lo dejó por una hora; a los pocos minutos de estacionar vinieron dos tipos, le abrieron el auto y le robaron las cosas de la guantera”.