Durante esta temporada Atlético de Rafaela peleó en el reducido de la Primera Nacional con tres jugadores del “decano” que habían llegado a la “crema”, justamente buscando esos minutos de competencia que Atlético Tucumán no podría darle.

En ese trío de jugadores jóvenes compuesto por Mauro Osores, Gabriel Risso Patrón y Nicolás Laméndola, el último fue el mas destacado. “Fue una experiencia muy linda, me sirvió un montón. Fui buscando continuidad y jugué casi 50 partidos en un año y medio. Creo que el saldo es más que positivo”, respondió “Chueco” a LA GACETA desde Rafaela, ciudad que lo cobijó los últimos 18 meses.

El jugador de 25 años disputó en total 47 partidos en el conjunto rafaelino, se ganó la confianza de los técnicos que tuvo durante ese proceso, además de ganarse el cariño de los hinchas. Tanto así, que muchos piden una extensión del contrato. “Ahora estoy terminando de hacer los trámites para terminar este vínculo y empezar a pensar en lo que se vendrá”, respondió el volante.

Aunque todavía no habló con nadie del cuerpo técnico de Sergio Gómez y Favio Orsi, “Nico” prometió que se siente bien y con ganas de pelear un puesto. “Me tengo que presentar el primer día, porque soy jugador del club. Ahí veremos cuales serán los pasos a seguir. Me siento con más confianza para tener otra oportunidad. Me gustaría que los técnicos me quieran, sino voy salir a buscar un club nuevo”, remarcó el volante que considera que tuvo un año muy positivo desde lo personal. “Atlético Rafaela va a pedir un nuevo préstamo, pero también mi representante recibió algunas propuestas de equipos de Primera y de afuera del país. Llegado el caso voy a priorizar sumar minútos por sobre todo lo demás. Yo tengo ganas de seguir jugando”, respondió “Chueco”.

El volante jugó 19 partidos en el “decano” antes de mudarse a Rafaela y casi todos los minutos los hizo ingresando desde el banco. unca terminó de convencer a los entrenadores, sin embargo, según el propio jugador, la experiencia en la “crema” fue el clic que necesitaba su carrera. “Conocí lo que realmente significa ser un jugador profesional. Cuando te vas afuera y llegás como un refuerzo, ya no sos más juvenil. Cambia el trato de los hinchas, cambia también tu mentalidad”, explicó el zurdo, que admitió que su buen paso por Rafaela se debió a que sumó minutos de juego. “Me fue bien en lo personal. Justo el equipo necesitaba un jugador con mis características. Además, el técnico me había pedido así que llegué a tener más confianza”, indicó.

“El año fue muy bueno, queríamos ascender, pero el fútbol es así. Perdimos la posibilidad con dos empates, por eso quedó la bronca y el sabor amargo. Creo que en general el balance fue muy buena”, concluyó Laméndola, que se ilusiona con triunfar en el “decano”, aunque según pudo averiguar LA GACETA dos equipos de Primera y tres de la Primera Nacional, están interesados en contratar al jugador.