“La tragedia argentina es que todo está dolarizado”, afirma Abad

Los precios siguen subiendo. La nafta no para de corregir su valor y, como suele sucede, marca el puntapié inicial para que el resto de los productos se actualicen al ritmo de la devaluación del tipo de cambio oficial. “La tragedia argentina es que todo está dolarizado”, advierte a LA GACETA el ministro de Economía, Daniel Abad, para quien el problema no es tan solo fiscal, sino también monetario y cambiario. La inflación trasvasa a todas esas cuestiones y seguirá instalada en el país hasta tanto no se bajen las expectativas y las medidas adoptadas por la gestión del presidente Javier Milei comiencen a dar los resultados que espera el Gobierno nacional.

“En Tucumán, seguimos en la misma tesitura: dimos el puntapié en materia fiscal y sostenemos el concepto filosófico de que no hay que gastar más de lo que entra al erario. Las medidas (anunciadas por el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo) tendrán sus consecuencias, pero nosotros estamos evaluando el daño que ocasionará en el tiempo”, remarcó el funcionario.

Según el conductor de Economía de la Provincia, la Nación no ha confirmado hasta ahora de qué manera compensará a las provincias por la quita del impuesto a las Ganancias y por la devolución del IVA, dos de los principales impuestos que se coparticipan a las 23 jurisdicciones del país así como a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El costo fiscal de ambas medidas, adoptadas en campaña por el ex titular de Economía y candidato presidencial Sergio Massa, fue calculado en unos $ 78.000 millones para todo el ejercicio fiscal 2024 en el caso tucumano. Abad, asimismo, señala que todavía resta aguardar si es que el Palacio de Hacienda retrotraerá la decisión del gobierno anterior en el caso de Ganancias por las necesidades recaudatorias de la actual administración nacional y como una manera de mantener el diálogo abierto con los gobernadores.

Abad también manifestó sus dudas respecto del anuncio formulado por Caputo acerca de la paralización de la obra pública en todo el país. En ese sentido, el ministro señaló que hay dudas sobre si los trabajos que están en curso con presupuesto asignado continuarán ejecutándose según las pautas presupuestarias. Y agregó un tercer factor que es común hacia todos los distritos del país: ¿de que manera el presidente Milei disminuirá y redistribuirá los aportes federales para el servicio de transporte de pasajeros? “Lo que nos da un indicio es que el mismo Caputo ha dicho que hay que romper las asimetrías existentes entre el Área Metropolitana de Buenos Aires, la zona más favorecida por las ayudas, y el resto de las provincias argentinas. Lo que aún no se definió es cómo se distribuirá en favor del interior”, planteó.

Más allá de esas discusiones, que serán materia de contactos permanentes entre funcionarios nacionales y gobernadores o representantes de cada jurisdicción, “Tucumán seguirá acomodando fiscalmente sus cuentas y esperar el impacto de la devaluación y sus consecuencias colaterales”, remarcó Abad.

¿Cómo impactará en las cuentas públicas provinciales la elevada inflación que se proyecta para los próximos meses”, se le consultó. El ministro de Economía contestó que las principales consecuencias se observarán, en lo inmediato, en la adquisición de insumos médicos y de medicamentos que tienen componentes importados y en la compra de alimentos para cobertura social a los sectores más vulnerables. “En gran medida, el gasto público está influido por las variaciones del dólar. Por eso, será inevitable que tengamos un duro impacto en la compra de insumos. Por el lado de los ingresos, la afectación es nula, ya que ni las retenciones ni el impuesto PAIS son coparticipables”, explicó.

Abad afirmó también puede estar de acuerdo con la concepción de Milei y del propio Caputo que el déficit fiscal es la madre de todas las batallas. Pero aclaró que eso se da cuando se intenta monetizar con emisión en exceso. ¨Pero en la Argentina hay otros factores que tornan al problema en multicausal, más allá del ancla fiscal, como son el monetario y el cambiario”, consideró.

El funcionario expresó que hasta los alimentos están dolarizados en la Argentina, al ser un país exportador de esos productos. “En Chile no se come el cobre y por eso no repercute en la mesa familiar, pero aquí sí porque son los mismos productos que se venden afuera e incide en el precio interno”, comparó. “La tragedia argentina es que todo lo que comemos está dolarizado”, finalizó.