Alejandro Musso, titular de la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Ciberdelitos (Ufeic) de San Isidro, aseguró: “Según el FBI, hoy uno de cada cinco delitos son ciberdelitos. Dentro de cinco años, la ecuación va a ser tres de dos. Y dentro de 10 años, posiblemente cuatro de cinco (el 80%) tendrán un origen cibernético”.

“Los delitos que más vemos son aquellos en los que un hacker suplanta la identidad de un usuario, especialmente a partir de las redes sociales”, advirtió el representante del Ministerio Público, al tiempo que agregó: “También observamos muchas estafas digitales mediante la clonación de páginas webs o links apócrifos, en los que el atacante se hace pasar por una determinada entidad para conseguir contraseñas”.

Por otra parte, Musso se refirió a las particularidades a la hora de encarar una investigación sobre un ciberdelito, ya que esta conlleva la realización de procedimientos muy diferentes a los empleados en los delitos más tradicionales, como los homicidios o los robos.

“En los ciberdelitos, el atacante siempre está oculto dentro del anonimato: tenés la particularidad de tener una víctima y un resultado, pero no tenés al imputado. Esto es muy diferente a un delito tradicional, donde muchas veces tenés identificado al imputado y tenés que ir a buscarlo. En la información recolectada en los crímenes cibernéticos no te va a aparecer la fotito del delincuente y listo. La investigación siempre es indiciaria y es necesario concatenar los datos”, detalló. Indicó que el acceso a las pruebas es mediante la intervención de empresas privadas, por lo que insistió en la necesidad de crear una fuerte interacción público-privada a lo largo de las investigaciones.