Todavía resta para conocer a ciencia cierta las medidas que buscará promover Javier Milei apenas asuma la presidencia del país. Sin embargo, en la última semana, los dirigentes más allegados y futuros integrantes del gabinete entrante fueron adelantando que el mandatario electo convocará al Congreso Nacional a sesionar de manera extraordinaria para discutir una batería de nuevas medidas con las que buscará marcar la impronta de su administración. Más allá de las reformas económicas que intentará implementar con el claro objetivo de reducir el nivel de déficit fiscal,Guillermo Francos, futuro ministro del Interior, adelantó que dentro de esas reformas también se pondrán sobre la mesa modificaciones al sistema político, a través de cambios en el modelo electoral.

De esta forma, el hombre fuerte de La Libertad Avanza (LLA) precisó que la nueva fuerza que llega a Casa Rosada buscará suprimir las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). “La eliminación de las PASO es uno de los temas para incorporar al conjunto de leyes que Milei enviará al Congreso”, aseguró Francos durante una entrevista en el canal LN+.

Las declaraciones del hombre de confianza del dirigente libertario pueden resultar sorpresivas, pero no es la primera vez que las primarias son puestas bajo la lupa y su continuidad pende de un hilo. El sistema de las PASO rige desde 2009 a través de la Ley N°26.571 y se llevaron a cabo por primera vez en 2011. En esa oportunidad, la fórmula de Cristina Fernández de Kirchner y Amado Boudou obtuvo el triunfo en las primarias con el 47,98% de los votos. Y sobre más de 28 millones de electores, el 78% de los empadronados se acercó a las urnas.

En esa primera vez de su implementación, la ausencia de alianzas electorales y de disputas internas generó que las PASO solo sean una manera de convalidar las fórmulas de siete de las 10 fuerzas que se largaron a la carrera presidencial.

Cuatro años más tarde, en 2015, Cambiemos presentó tres precandidatos presidenciales: Mauricio Macri (PRO), Ernesto Sanz (Unión Cívica Radical) y Elisa Carrió (CC-ARI). Ganó el primero, con el 81,33%, sobre el 11,10% del ex senador radical y el 7,57% de la exdiputada, y se convirtió en candidato de Cambiemos para la elección general de octubre.

Ese mismo año también se libró una disputa interna en otro frente electoral, Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), entre los precandidatos presidenciales Sergio Massa y José Manuel de la Sota: por el 70% al 30% de los votos dentro de ese espacio, el actual ministro de Economía se impuso al entonces gobernador de Córdoba.

En 2019, cada frente electoral presentó solo una fórmula presidencial. Juntos por el Cambio, a Mauricio Macri-Miguel Pichetto; el Frente de Todos, a Alberto Fernández-Cristina Fernández; y Consenso 2030, a Roberto Lavagna-Juan Manuel Urtubey. El resto de las alianzas, tampoco presentó dos o más fórmulas. Pero en 2023 los dos principales frentes electorales presentaron más de una fórmula: Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa-Agustín Rossi y Juan Grabois-Paula Abal Medina; y Juntos por el Cambio (JxC), Patricia Bullrich-Luis Petri y Horacio Rodríguez Larreta-Gerardo Morales.

Finalidad

Las PASO son elecciones nacionales que se realizan dos meses y medio antes de cada elección general: el segundo domingo de agosto y el cuarto domingo de octubre, respectivamente. Sirven para definir por el voto popular una candidatura presidencial cuando un frente electoral tiene dos o más aspirantes a esa postulación. Lo mismo ocurre cuando un espacio político tiene dos o más listas de postulantes a diputados y senadores nacionales: para que en octubre ese espacio tenga una sola lista.

Además, las elecciones son abiertas porque cualquier ciudadano puede votar en el frente electoral o partido político que quiera, sin necesidad de estar afiliado.

Son simultáneas porque se realizan el mismo domingo en todo el país, y son obligatorias porque todos los ciudadanos empadronados tienen el mismo deber de votar que en una elección general. Y en las PASO los postulantes se llaman precandidatos. En octubre ya son candidatos.

Cuestionamientos

Durante estos 12 años hubo varios intentos de oficialistas y opositores, sin importar el gobierno, para suspenderlas y/o eliminarlas. Pero las PASO no se suspendieron ni se eliminaron. Sólo en 2021, como consecuencia de las restricciones sanitarias contra la pandemia de COVID-19, fueron postergadas un mes: en vez de hacerse en agosto se realizaron en septiembre.

Incluso, durante el transcurso de 2022, la realización de las PASO de este año estuvo en debate por estos intentos de dejarlas de lado. En relación al trámite parlamentario que se debe desarrollar para eliminar este proceso del calendario electoral debe tenerse en cuenta que el Código Nacional Electoral es una ley, y una ley se modifica con otra ley, votada por ambas cámaras del Congreso. En resumen, si el oficialismo o la oposición quisieran eliminar las PASO deberían enviar un proyecto de ley al Parlamento y modificar el Código Nacional Electoral o la ley que creó las elecciones primarias en 2009.

Sin embargo, hay una exigencia a tener en cuenta porque el artículo 77 de la Constitución Nacional establece que “los proyectos de ley que modifiquen el régimen electoral y de partidos políticos deberán ser aprobados por mayoría absoluta del total de los miembros de las Cámaras”. Se entiende por mayoría absoluta a la mitad más uno del total de los miembros de la Cámara (no de los presentes).

Esto significa que en la Cámara de Diputados se deben reunir al menos 129 votos y en el Senado, al menos 37, la mitad más uno en ambos casos. La eliminación de las PASO, por ejemplo, no puede ser aprobada en la Cámara baja por 100 votos afirmativos a 99 negativos: debe reunir, por exigencia constitucional, un apoyo de al menos 129 diputados.

En octubre del año pasado cuatro diputados nacionales de los bloques Juntos Somos Río Negro y Frente de la Concordia Misionero, ambos aliados del oficialismo, presentaron un proyecto de ley para derogar las PASO. Entre sus considerandos, señalan que “se ha desvirtuado la finalidad de las PASO” y que esta elección primaria “incrementa innecesaria y considerablemente el gasto electoral”, entre otros factores.

Los autores del proyecto destacan también que la oposición presentó iniciativas similares: señalan que el texto retoma otro proyecto que perdió estado parlamentario y que fue presentado por el diputado Pablo Tonelli (PRO) en 2019.

El mensaje

Consultado sobre el impacto que esta decisión puede generar en el escenario político nacional, el analista Carlos Fara aseguró que en caso de avanzar en este sentido, el nuevo gobierno profundizará su mensaje sobre la necesidad de “bajar los costos de la política” y de esa manera mantenerse en “sintonía con la demanda de la ciudadanía, quien no quiere las PASO mayoritariamente”. “También es un mensaje a la política respecto a que cada partido si quiere tener una primaria se las tendrá que financiar de forma propia. Y creo que esto puede tener dos consecuencias, mayor fragmentación de los partidos, porque al final si alguien no está de acuerdo con la conducción de su partido y no le dan una interna puede irse por fuera. Y por otro lado, también puede llegar a promover más acuerdos internos”, aseguró el presidente del International Association of Political Consultants. Y destacó que este cambio sí provocará cambios en los niveles de especulación y de riesgo que la política fue tomando hasta ahora.

Sobre la performance que obtuvieron las PASO desde su puesta en vigencia, Fara indicó que algunos objetivos fueron cumplidos por el sistema porque le ha permitido a distintas fuerzas políticas tener su propia primaria y promover la participación de los ciudadanos. “Eso daba mayor margen de democracia interna o las disidencias internas sin que se fragmentara el sistema de partidos”, remarcó.

Finalmente, la iniciativa también posee una arista política y ante esto Fara sostuvo que dicha propuesta no debería sorprender porque quien propondría dicha medida “es al que menos le sirven”. “Milei no piensa tener nunca una primaria dentro de su propio espacio”, afirmó el consultor a LA GACETA. Y detalló que las argumentaciones de eliminarlas a raíz de su costo serían las de mayor impacto, teniendo en cuenta la lógica de austeridad que se viene para los tiempos futuros.