Dicen que un joven mudo la encontró enterrada, pero no pudo sacarla. Volvió a casa y regresó más tarde al campo con un cuchillo. Ahí, finalmente, la quitó de la tierra. Era una imagen de la Virgen del Valle. Bueno, en realidad -cuenta la historia- eran dos: una la limpió y la puso a los pies de una planta aromática. La otra se elevó a los cielos y luego se desató una tormenta. El protagonista de esta historia es Luis Delgado, un joven que habitaba la zona de La Reducción. Ese hecho, acontecido hace 100 años, impulsó la fe por “La Morenita” en el Sur, y logró la construcción de su santuario.

Así es. Pasaron 100 años de aquel 26 de noviembre en el que comenzó esta devoción por la Venerada, que supo ser patrona las provincias del Antiguo Tucumán. Hoy, el Santuario de la Virgen del Valle es uno de los puntos más visitados para las festividades marianas en Tucumán. De hecho, este 8 de diciembre será centro (junto con la Catedral de Concepción) de las fiestas por el Día de la Inmaculada Concepción. “El encuentro fue a pocos kilómetros del paraje de La Reducción; fue la primera experiencia, de los primeros pobladores, con la Virgen. Allí empezó la devoción, un signo de fe, de la Virgen que fue hallada en este lugar”, cuenta a LA GACETA Alejandro Zárate, párroco de Lules. El sacerdote comenta que en La Reducción se prepararon con mucha expectativa, puesto que los eventos del Día de la Virgen forman parte de las actividades por el centenario del hallazgo de la figura de la Virgen del Valle. “Esta es una fiesta que año a año va creciendo, y tiene que ver con que el hallazgo de la Virgen (una figura encontrada en 1923 que está en el santuario) se conoce cada vez más -reflexiona-; por eso cada vez vienen más peregrinos. Y es una muestra de fe. Quién sale de su casa a caminar lo hace por un impulso, por un llamado de Dios, que te lleva a la casa de Dios, a la casa de la Virgen”.

A viva voz

Peregrinos de todo Tucumán se darán cita durante todo el día hoy en La Reducción, allí, donde la figura hallada preside. Este aniversario es, además, una buena oportunidad para recordar un poco de aquel acontecimiento que sacudió a un pueblo. Con motivo de los 90 años del hecho, LA GACETA entrevistó en 2013 al último testigo de esta historia de devoción: Don Pascual Radino. En aquel año tenía nada más (ni nada menos) que 99 años. Recordaba con precisión lo acontecido el 26 de noviembre de 1923. Él conoció a “el mudito”, el joven que se cruzó con la Virgen.

Peregrinación a la Virgen del Valle: los horarios de las misas de la madrugada en La Reducción

Pascual sufría de dolores en sus piernas y, un día, su padre y un vecino lo llevaron a la casa de Delgado, para que la Virgen lo curara. “El mudito le contaba a mi papá que él estaba arando para sembrar maíz junto con otras familias en la finca de don Felipe Auvieux cuando sintió que había tocado algo, pero siguió. En la segunda vuelta se le cayó el perchero a la mula, se paró para arreglarlo y vio un bulto enterrado. No lo podía sacar, entonces se fue a su casa y trajo un cuchillo para desenterrarlo. Eran dos imágenes de la Virgen morenita. A una la limpió y la puso al pie de una tusca. La otra dice que subió al cielo, en medio de un refucilo. El cielo estaba negro de nubarrones”, relató.

Más tarde -contó- llegó el dueño del campo y pidió a todos sus empleados que levantaran todo lo que pudiesen, porque se venía el granizo. “La gente le decía: ‘¡Dios es grande, capaz que le salva la quinta!’. Pero él no quería saber nada. ‘No, no, no creo nada ... salgan ya’! ¿No ven que la piedra ya está chicoteando hasta la caña hueca?”, prosiguió Pascual. “Al otro día, encuentran la finca en perfecto estado. La piedra ni siquiera la había tocado”, completó.

Mañana es el Día de la Virgen y los templos están listos para recibir a los peregrinos tucumanos

No es casualidad que hayan aparecido imágenes de La Morenita en Tucumán. Sus primeras apariciones datan de 1530, en una de las primeras ciudades que fundó en Venezuela el imperio español. Con los años, la primera figura fue trasladada al Valle del Espíritu Santo en la Isla de Margarita, de allí su nombre. Con los años y con la conquista española en el resto del continente, la devoción llegó a la región, y se esparció hacia todo el país.

En Capital

Por la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, la Basílica de Nuestra Señora de la Merced (24 de septiembre 253) ofrecerá una primera misa a las 8, por los peregrinos de la Virgen del Valle. Además, habrá otras celebraciones a las 11, a las 18.30 y a las 20. La Parroquia San Roque (avenida Avellaneda 491) tendrá misas a las 11, a las 19 y a las 20.30.

En Concepción

La Catedral Inmaculada Concepción de “La Perla del Sur” también se viste de fiesta. Será, en el sur, el punto de encuentro para los fieles cristianos que se acerquen a festejar a la Virgen. A partir de las 5 se rezarán misas cada hora, cada una celebrada por diferentes parroquias de la Diócesis. La última de la mañana se oficiará a las 11 y estará a cargo de la Catedral. Habrá bendición de escapularios y primera comunión de niños. A las 17.30 se realizará un encuentro de la amistad social y el bien común. A las 19.30 se llevará a cabo la misa central, con procesión; y la última eucaristía del día se celebrará a las 22.30. Las fiestas patronales terminarán el sábado a las 20.30 con una misa y con el retorno de la Inmaculada Concepción a su camarín.

En La Reducción

La aparición de la figura del Valle y algunos aparentes milagros que se sucedieron, volvieron a La Reducción un pueblo mariano, tanto, que se le hizo un propio santuario a la Virgen. Ese punto es uno los más visitados cada 8 de diciembre. Para celebrar a la Inmaculada Concepción, miles de peregrinos de Tucumán y de otras provincias se darán cita para pedir, agradecer y prometer a su “mamá del cielo. En el santuario de la Virgen del Valle de La Reducción habrá misas las 6, a las 9 y a las 11. A las 10 y a las 12 se realizarán bautismos; a las 18 se llevará a cabo otra celebración eucarística y una procesión, y la última misa se realizará a las 20.30. En paralelo, el templo permanecerá abierto todo el día (hasta las 00 del sábado) para aquellos creyentes que quieran pasar a tomar gracia.