La manzana es una fruta deliciosa, nutritiva y muy versátil. Su sabor conquista a cualquier paladar y con ella se puede preparar una infinidad de recetas, desde postres hasta ensaladas.
Además, ¿sabías que una manzana puede mantenerse fresca por varias semanas si la guardas en el freezer y que si la congelas correctamente podés alargar su vida hasta un año? Esta información es muy valiosa, sobre todo en las épocas donde la manzana es más barata y el precio permite comprarla en grandes cantidades.
¿Qué pasa si congelo una manzana?
Al congelar una manzana se somete a la fruta a bajas temperaturas y se ralentizan los procesos de descomposición y oxidación, lo que ayuda a mantener su calidad durante un período prolongado.
La textura de esta fruta puede experimentar cambios. Al descongelarla, es probable que veas que la pulpa se vuelve más suave debido a la formación de cristales de hielo en su interior. Sin embargo, este cambio suele ser más evidente en manzanas de variedades más blandas.
Las manzanas congeladas son ideales para su uso en recetas como compotas, purés, batidos y postres horneados. La congelación de esta fruta hace que sea más fácil de pelar y cortar.
¿Cómo congelar una manzana, paso a paso?
- Optá por manzanas frescas y maduras. Eligí variedades que se adapten a tus preferencias de sabor y usos culinarios, ya que la textura puede variar entre variedades más blandas y más firmes.
- Lavá las manzanas bajo agua corriente para eliminar cualquier residuo. Pelá las manzanas para obtener un producto con una textura más uniforme después de la congelación.
- Cortá las manzanas en trozos o rodajas según tus preferencias. Podés remover el corazón y las semillas si lo deseas. Cortarlas facilitará su manejo al descongelarlas y utilizarlas en recetas.
- Si querés evitar la oxidación, podés sumergir los trozos de manzana en una solución de agua con jugo de limón antes de congelarlos. Esto ayudará a mantener el color y sabor de las manzanas.
- Colocá los trozos de manzana en bolsas herméticas para congelar o en recipientes aptos para congelador. Asegúrate de dejar espacio para la expansión durante el proceso de congelación.
- Etiquetá las bolsas o recipientes con el tipo de manzana y la fecha de congelación. Esto facilitará la organización y te permitirá seguir la frescura de tus reservas.
- Colocá las bolsas o recipientes en el congelador y asegúrate de distribuir los trozos de manera que no se peguen entre sí. La congelación rápida ayuda a preservar mejor la calidad de las manzanas.
- Las manzanas congeladas pueden almacenarse por varios meses. Mantén la temperatura del congelador constante y evita abrir la puerta con frecuencia para mantener la calidad.
- Cuando estés listo para usar las manzanas congeladas, retira la cantidad deseada del congelador y descongelalas en el refrigerador o a temperatura ambiente para evitar cambios bruscos que afecten la textura.