“Todas las decisiones que toma la intendenta son respetables y tienen que ser respetadas. Si hay algo criticable, es la oportunidad y más en el contexto social, político y económico en el que se está viviendo. Echar gente y dejarla sin trabajo antes de Navidad es no tener empatía, no tener un poquito de sensibilidad”. El ex intendente capitalino Germán Alfaro (PJS) se refirió así a la decisión de su sucesora Rossana Chahla (UxP) de dejar sin efecto las designaciones efectuadas durante la última etapa de su gestión.
El dirigente hizo las declaraciones este martes, en La Gaceta Play, durante la primera entrevista que brinda desde que dejó el poder, el 29 de octubre. En los últimos días, dirigentes alfaristas y del oficialismo municipal habían cruzado acusaciones derivadas de la desvinculación de personal. Alfaro había estado en el centro de las críticas del peronismo oficialista.
“Quieren endilgar que nombré 1.777 ñoquis. No, no hay capacidad física para meter en el municipio esa cantidad de gente”, consideró.
-¿Usted dice que no fueron nombramientos políticos?
-No. Yo he creado la Policía Municipal. Se ha concursado, se ha capacitado y han ingresado chicos. Se puso en marcha el Centro de Monitoreo. Se ha creado el Provincial y otras plazas.He recuperado el Rosita Ávila. Abrimos los museos. Mercedes Sosa, la Casa Belgraniana, Casa Succar. Hay que mantener todos estos sitios. La gente que trabaja ahí fue designada, son los que titularicé. Y esa gente estaba trabajando. Ahora, si vos querés sacar a esa gente para poner otra, bueno, ya está en vos.
- ¿Por qué la titularización se dio en la última etapa si algunos estaban desde antes?
-Porque lo primero que tenés que hacer es poner a prueba a la gente. En el centro de monitoreo, por ejemplo, te tenés que sentar durante seis horas y mirar esas pantallas. Hay algunos que no resisten. Había personas que querían rápidamente pedir el traslado para otra repartición. Para eso son las pruebas. Estos son los problemas de las transiciones largas, en donde hay un electo y hay uno que todavía tiene obligaciones que cumplir.
-¿Por qué no puede acordar la transición con la Intendenta?
-Creo que tendrías que preguntarle a ella porque yo la invité y no quiso. Vine a este programa (antes de dejar el cargo) para dar a conocer cuál era el Municipio que dejaba. Creo que fue la primera institución pública en nuestra provincia que abrió los libros.
-Concejales del oficialismo dicen que usted tomó ese personal, de manera premeditada, para dejar una administración inviable…
-He dejado un municipio con 6.700 empleados. Estoy por debajo de la media de lo que necesita de empleado un municipio que tiene 750 mil vecinos. El municipio necesita más, pero también tiene que tener la precaución de ver cómo pagar. No he dejado deuda bancaria ni cheques diferidos. La deuda corriente era de $700 millones, que todavía no había llegado al libramiento.
Es importante siempre cuando uno inicia una gestión mirar hacia adelante porque si te detenés, vas a perder tiempo.
-¿Qué opina de las versiones que mencionan que usted preparó un golpe institucional, que preparaba las marchas?
-Manifestaciones violentas, decían. Eso solamente cabe en cabeza de un violento. Yo el domingo a la tarde estuve viajando
-¿Se reunió con los despedidos?
-No, el domingo a la tarde estuve viajando. Cómo será mi preocupación por la supuesta organización. Esas informaciones producen dolor, angustia e incertidumbre a la gente. Todos los días me van a ver empleados, todos los días. Despidieron a gente con discapacidad o en tratamiento oncológico. Se enredaron mucho, tratando de buscar no sé qué. Yo no dejé ñoquis. Ahora, si los hay, que los corran. El municipio no tiene el dinero suficiente como para soportar gente que no trabaje.
-En el oficialismo critican que el PJS apoye las medidas de Jaldo, pero no las de Chahla en relación a los recortes…
- Son cosas totalmente distintas. Aquí en este estudio hablamos de la Unrel, que no podían protestar, eran nombres conocidos que cobraban hasta $600.000. No tiene nada que ver con esta gente, que es sufrida, humilde. Por supuesto que se necesita hacer ajustes, pero no se trata de sacar uno para poner otro. Yo hubiera querido trabajar siempre con más personal, pero no se podía porque tenías que cuidar el presupuesto. Es importante cumplir con las obligaciones salariales y a mí no me ayudaba nadie. Ni la Provincia, ni la Nación.
-¿Cómo vio este mes de gestión?
-No puedo opinar, sería un irresponsable. Es poco tiempo. Además, ella se autoimpuso un tiempo de 180 días, decía a los vecinos que ella iba a producir los cambios. Así que esperaremos. Creo que quien inicia una gestión goza de un crédito y necesita de un crédito hasta acomodarse y hasta poder hacer el trabajo que corresponde.