Bruselas no ha perdido la esperanza y sigue apostando por el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y Mercosur. En medio de la negativa del presidente Alberto Fernández en representación de Argentina y los reparos a las condiciones de Emmanuel Macron, mandatario de Francia, en el bloque económico europeo han asegurado que el convenio significaría un punto de inflexión en la relación de ambos mercados regionales.

El embajador de la UE en Argentina, Amador Sánchez Rico, dejó en claro esa posición y reafirmó la intención de cerrar el acuerdo, pese a la enorme incógnita generada en el país por el cambio de gobierno. En una charla con LA GACETA, el funcionario deseó: “Ojalá que se pueda ver o que llegue a la luz el acuerdo Unión Europea-Mercosur”.

-¿Qué implicaría este acuerdo?

- Mercosur es un bloque cerrado de más 300 millones de habitantes y le estaría dando acceso al bloque más integrado del mundo, que es la Unión Europea, con más de 400 millones. Mercosur accedería a un mercado totalmente integrado, abierto, y esto supondría, como ya lo he dicho, un antes y un después en nuestras relaciones, no solamente desde un punto de vista económico-comercial, sino social y político. Somos bloques afines, aunque nos fijamos más en lo que nos divide que en lo que nos une. Tenemos que cambiar un poquito el chip porque tenemos muchísimo en común y viviríamos mucho mejor europeos y argentinos con un acuerdo Unión Europea-Mercosur que sin el acuerdo.

-¿Cómo influye el escenario político de Argentina en las negociaciones entre los bloques?

- Primero, total respeto a la decisión de los argentinos en las elecciones totalmente transparentes y democráticas. Segundo, queremos seguir trabajando con Argentina, como lo venimos haciendo  hasta ahora en base a todo lo que nos une. Hay que esperar un poco para ver en qué se traducen todas estas decisiones y anuncios. La Unión Europea es el primer inversor extranjero directo en Argentina por muchísima diferencia. Alrededor del 40% o 50% del stock de inversión extranjera directa es europea, con empresas que llevan más de 100 años, y queremos hacer más y mejor. Esperemos que con la nueva administración (nacional) sea el caso. De momento, las declaraciones que ha habido por parte del posible equipo que trabaja con el presidente electo (Javier Milei), quieren que se acuerde, que se cierre o se concluya el acuerdo UE-Mercosur, incluso antes que asuma el nuevo mandatario.

-¿Cuál es la posición de la UE ante el debate sobre si el comercio exterior de Argentina se debe centrar en Estados Unidos y no en China?

- En varios ámbitos hay un debate sobre dos modelos, a veces incluso son antagónicos: Estados Unidos o China. Ante ello, la Unión Europea propone la vía del medio, por ejemplo, en lo que es la transición digital. Y estamos trabajando con Argentina en este  sentido.

-¿Cómo es la puja por el litio en Argentina?

- La Unión Europea es el primer bloque en el mundo con un compromiso muy ambicioso en materia de transición verde, que es convertirnos en 2050 en el primer bloque climáticamente neutro. No lo vamos a conseguir solos. Lo tenemos que conseguir con socios y debemos apostar a energías renovables. Argentina ofrece mucho eso, ofrece gas en Vaca Muerta, que ojalá estuviera llegando a las costas europeas, que no es el caso, porque necesitamos ese recurso. En Argentina tenemos también el litio y el hidrógeno verde. El litio es un componente esencial para lo que es la transición verde y sobre todo para electro movilidad. Argentina, junto con Bolivia y con Chile, forman el triángulo del litio, la segunda o tercera mayor reserva. Queremos invertir más en el litio, pero queremos hacerlo con Argentina como un socio, no irnos con el litio en bruto. Buscamos crear valor agregado de manera sustentable. Queremos generar empleo en Argentina alrededor de la cadena del litio.

-En la cadena participa China también…

-Con China tenemos una relación trifásica. Somos socios en varios ámbitos del cambio climático; en otros, somos competidores, como los casos de las nuevas tecnologías, 5G, y tenemos empresas en ambos lados. Luego, tenemos rivalidad sistémica, pero no sistemática.


Amador Sánchez Rico. FOTO PROYUNGAS

Amador Sánchez Rico, de origen español, participó días atrás en el Encuentro Anual del programa Paisajes Productivos Protegidos (PPP), iniciativa de la Fundación Proyungas que promueve la vinculación entre la producción y la conservación de áreas naturales.  En esa reunión, realizada en Libertador General San Martín, Jujuy, reforzó la incidencia europea a partir de las metas de la Agenda Verde para los próximos años, cuyos objetivos contemplarían más exigencias en la comercialización de productos, una preocupación para las empresas argentinas. Justamente, frente a referentes de firmas del Norte Grande, en particular, citrícolas y azucareras de Tucumán, el embajador hizo hincapié en el diálogo entre los gobierno de los bloques para encaminar la relación comercial.

- ¿El programa PPP responde a las regulaciones de la UE?

-Creo que es un paso decisivo y gigantesco el que se está dando con esta compatibilidad entre la producción, la productividad y la protección del medio ambiente. Se viene gestando desde hace tiempo un trabajo en red con actores de la sociedad civil, con productores, y cuando digo productores hago referencia a forestales, de cítricos, cañeros, yerbateros y ganaderos. Lo que se ve hoy es que se puede hacer consonancia con el medio ambiente.

- ¿Serán muy rígidas las condiciones?

- Es  verdad que la Unión Europea está tomando medidas y todas estas equivalen a los objetivos de la Agenda Verde, entre ellos, luchar contra la deforestación. Hay que explicar mejor lo que se está haciendo aquí (por el PPP) y ver si hay compatibilidad. Estamos intentando establecer estas leyes dentro de la Unión Europea y, evidentemente, tiene que tener los mismos estándares fuera. Esto no significa que haya estándares dentro de la Unión Europea y que los bajemos en el exterior (a países que no integran la UE).

- Pero hay preocupación en sectores productivos de Argentina ante las nuevas normativas, que empezarán a regir en 2024 en la UE…

- Son preocupaciones legítimas porque son normativas que se establecen dentro de la Unión Europea y tienen efecto extraterritorial. Pero tenemos canales de comunicación con el Gobierno (nacional) bien engrasados. Ante cualquier duda, estamos en contacto, en diálogo directo. Son legislaciones (europeas) que tienen salvaguardas y periodos de transición. Sin embargo, en Argentina no todo es deforestación, estamos hablando de cosas que se vienen haciendo desde 2020-2021. Hay mucho ámbito donde trabajar y prepararse, y no todo resta.