“Las palabras sueltas no tienen vuelta, las lleva el viento”, me decía mi padre y hoy más que nunca le doy la razón. Cuántas veces escuchamos el mismo versito: “Si soy presidente acabaré con los narcos; jamás negociaré con el FMI; sé cómo combatir la hiperinflación; pagarán la casta política corrupta; dolarización” y también “Rodrigazo; corralito; devaluación cero; outsiders; Leliq” y miles de palabras que ni ellos las entienden. Ahora, para más confundir, te salieron con “estanflación”. LA GACETA nos informa que el Presidente electo expresó que va a haber una estanflación, que el reordenamiento fiscal impactará negativamente en la actividad económica y según otros será una “catástrofe social”. Dios nos ayude a comprender y entender; sólo sé que nada sé. Cuando escuché la nueva palabrita, sin pensarlo pensé en estafa, escándalo, estancados e inflados y que los únicos culpables son Cristóbal Colón, por descubrirnos, y Cornelio Saavedra, por ser el primer presidente, que le pasó la primera inflación al que venía y de allí no paró más; el que entra le echa la culpa al que sale. Dios nos ayude desde el 11 de diciembre; necesitaremos de su protección, con inflación o sin ella.

Francisco Amable Díaz
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