Con asombro leí en LA GACETA que el contador general insistió con que la medida de la intendenta se enfoca en los “empleados fantasma” detectados, puesto que “cobran un sueldo del municipio” y no cumplen una función. “Los que prestan servicios para los vecinos, no tienen que preocuparse”. ¿Hasta dónde ha calado la corrupción en Tucumán que pueden cobrar sin trabajar? ¿Quién lo permitió? Felicito a la intendenta por la lucha contra la corrupción que hasta el día de hoy nadie hace nada, esperanzada de que sea un ejemplo a imitar y espero que no baje los brazos. El cobrar y no trabajar alimenta la cultura del no trabajo, algo muy peligroso. Espero que todos revean ello; todos debieran investigar en la Legislatura; ya que Luis Iriarte quiso pedir el listado de los trabajadores y Osvaldo Jaldo no sé qué hizo. Pido que no se use al pueblo.

María Ofelia Sal
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