Respecto a la carta «Biodiversidad» del lector Juan A. González, le pediría que no malinterprete mi comentario con una lectura parcial. ¿Se hubiera producido la mortandad de peces si Tucumán -como sugiero en el mismo- contase con un reservorio adicional de agua para garantizar el abastecimiento de la población y para evitar que en momentos críticos el río Salí lleve poquísima agua sin suficiente capacidad para oxigenarse? En cuanto a la «biodiversidad», según el mandato bíblico expuesto en Gen. 1:28-30, el hombre no es solamente un apéndice más de la naturaleza, sino su destinatario principal, concepto que ahora se pretende tergiversar, considerándolo como un parásito a combatir. La naturaleza fue hecha para el hombre y no al revés, por supuesto que como tal el hombre debe preservarla para sí y para las generaciones futuras.
Santiago José Paz
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