La evocación del movimiento contracultural de los 90, que se expresó a través de numerosas y diversas actividades performárticas con música, teatro, diseño y desfiles que desafiaban lo convencional (muchas de ellas motivadas por el colectivo Tennor Grasso), tendrá un momento particular esta noche, desde las 20.30 en el Museo de la Universidad Nacional de Tucumán (MUNT, San Martín 1.454), donde Sergio Gatica coordinará la intervención colectiva “Como explicar el arte a una margarita muerta”.
La referencia del título es doble: por un lado, la movida se desarrollará dentro del marco de la muestra “Rodolfo Bulacio. Fantasía Marica del Pueblo”, montada actualmente en el MUNT; y además es una parodia de la performance de 1965 de Joseph Beuys “Cómo explicarle un cuadro a una liebre muerta”.
“Voy a trabajar como Dj y conductor de las acciones, con audios grabados y en vivo sobre los procesos experimentados (a modo de instrucciones metafóricas para la acción) mezclados con música electrónica, con los que voy a proponer reglas para que intervenga un grupo de diseñadores armando un indumento que referencie a las novias margaritas (las margaritas son iconos que utiliza Rodo en sus pinturas, grabados y acciones como ‘Casado con el arte’). Y terminará con el desfile de los diseños realizados en el lugar, mas una fiesta donde todes estaremos invitados a bailar”, adelanta Gatica, quien diseñó su propuesta a partir de una invitación de Verónica Pérez Luna.
La actriz y directora viene realizando una serie de entrevistas en el marco de su proyecto de investigación “Reminiscencias de Primavera. Performance, travestismo, erotismo y humor en lxs artistas desobedientes de la escena tucumana”, junto a Alina Wainziger y Sandra Pérez Luna, desde la Plataforma Mujeres que Hacen Teatro del MUNT y con una Beca otorgada por el Instituto Nacional del Teatro cuya dirección está a cargo de Natalia Gil.
Participantes
La performance colectiva será ejecutada por un grupo de artistas, bailarines y performers tucumanos, “como una necesidad personal de revivir mi cuerpo artístico que se murió en el mismo momento que Rodo, al alejarme del medio tucumano y de las artes; también es una manera de revivir el trabajo grupal, a esta energía que dejó flotando en el aire nuestro amigo, que se manifestaba en fiestas, performances y desfiles en los años 90”, adelanta Gatica. “Hoy más que nunca, decidí realizar esta acción, para revivir de todas las maneras posibles ese momento”, agrega quien ofició de novio de la Rodo en su mítico casamiento con el arte.
Los invitados son Agostina Tosi, Bernardo Brunetti, Cecilia Villafuerte, Esteban Zelarayán, Cesar Romero, Claudinna Rukone, Eli Cárdenas, Franco Arturi, Geli González, Germang, La Chicho, La Chilo, Lucas Romero, Madeleine Jaime Azcárate, Mane Guantay, Manuel Carlino, Marcela Gónzalez Cortés, Marcos Acevedo, Marga Fuentes, Maria Elena González, Mariclones, Michi Perea, Onás Salto Leiton, Pablo Ríos, Virginia Ríos, Nico Suárez, Rolo Juárez, Sandra Pérez Luna, Silvina Duprat, Yoca Gil y Yudith Pintos.
Gatica es licenciado en Artes Plásticas, performer, vestuarista, escenógrafo y docente. Nacióen Santiago del Estero, vivió y se formó en Tucumán y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y en 2012 se mudó a San Salvador de Jujuy, donde trabajó y militó en la organización Tupac Amaru. Es miembro de la agrupación Guepardxs (Grupo Universitario de Estudio Para la Acción y Reflexión en Disidencias Sexuales).
“Tennor Grasso renovó el discurso artístico en los 90 presentando temáticas desobedientes al sistema de valores dominante, a través de acciones que ironizaban al mundo de desfiles de moda con cuerpos diversos, sexualidades disidentes y mensajes políticos expresados dentro del campo del arte de acción -remarca el realizador salteño en el diálogo con LA GACETA-. Las consignas que levantaba fueron contempladas en distintas leyes. Es innegable que hubo un enorme avance en cuanto a la protección de las sexualidades disidentes y a las mujeres, como la ley de identidad de género, la ley Micaela, el matrimonio igualitario y el cupo laboral trans. Estos derechos conquistados están de nuevo puestos en debate por los discursos de la ultraderecha. Es necesario hacer oír nuestra voz nuevamente, para no retroceder ni un solo paso. Los artistas estamos obligados a ser otra vez la punta de lanza en defensa de la libertad y de los valores democráticos”.
Contexto
Verónica Pérez Luna completa el marco histórico. “Los cuerpos desobedientes de los 80 y 90 buscaban la rebeldía colectiva. El erotismo era comprendido ligado a la conciencia de la muerte. Veníamos de los peores años de nuestra historia, Tucumán era una provincia regada de cadáveres por la brutal represión y el asesino Antonio Bussi continuaba teniendo poder aún en democracia. Lxs cuerpos desnudxs y degeneradxs conjuraban la muerte, la espantaban, éramos felices porque estábamos juntxs y nos buscábamos, nos travestíamos contra el poder, nos reíamos orgiásticamente para curarnos de tanto sufrimiento; era la recuperación dolorosa de la alegría desafiando para siempre todo autoritarismo y toda censura. Nos unían las marchas y las tomas, los deseos de un arte comprometido y revolucionario, las fiestas en la noche y la lucha durante todos los días”, recuerda.
En esa dinámica se potenció “la performance como forma transgresora de los límites entre las disciplinas artísticas y como forma abierta que compromete y provoca al espectador”, como se podrá vivenciar esta noche.