La opinión de los profesionales del derecho está dividida. Para algunos abogados, la implementación de la ley de Narcomenudeo fue un éxito, pero para otros un fracaso. Lo curioso es que en el sondeo de opiniones realizado por LA GACETA no hubo grises.

“No tuvo éxito porque únicamente se persigue a un 1% de los que comercializan sustancias. Esto se disminuirá cuando vayan contra los que reciben 100 kilos de droga por semana y la distribuyen a su vez a otros que les dan a los marginados para que comercialicen en los barrios”, sostuvo Augusto Monteros. “Fue un fracaso, aún veo a los que venden andar en camionetas cuatro por cuatro. Una de las razones es que no se formó un equipo independiente de investigadores, sino que quedó en manos de los mismos que persiguen a los que no pagan protección”, añadió.

Patricio Char, especialista en derecho cannábico, señaló: “Desde una óptica del respeto a los derechos de las personas consumidoras o intentándolo adecuar a leyes que reglamentan el consumo, la ley se lleva un aplazo”.

“Me parece que la provincia en general aún no está lista para este tipo de leyes, porque falta también un cambio en la mentalidad de la sociedad”, expresó Agustina Recalde. “Por ejemplo, no podemos seguir persiguiendo penalmente a consumidores de cannabis con toda la reglamentación vigente que hay respecto al tema. Eso la gente no lo sabe, y la ley de Narcomenudeo no lo prevé ni lo regula en armonía con otras legislaciones”, fundamentó.

A favor

Patricio Frescia es uno de los  abogados que aprobó la implementación de la norma. “A partir del traslado de las causas que implican la tenencia de estupefacientes en pequeñas cantidades con fines de entrega, distribución o comercialización a la competencia provincial, permitió a la justicia federal descomprimir enormemente su trabajo para poder dedicar su labor a causas de mayor envergadura que implican el comercio de material estupefaciente a gran escala”, indicó en una entrevista con LA GACETA.

“Podríamos decir que el balance es positivo por los  numerosos procesos en trámite donde se desarticularon puntos de venta y vendedores callejeros. Se logró condenas en tiempo record, con recupero de bienes incluso inmuebles utilizados a tal fin producto del decomiso”, destacó Ernesto García Biagosch. “Más que hacer gestiones para incrementar la persecución penal en contra de los grandes traficantes, la justicia ordinaria debería complementarse con la federal. El narcomenudeo es un eslabón de la cadena de narcotráfico”, añadió.  

“Con la aplicación de esta norma se están resolviendo los casos de manera expedita debido a la aplicación del nuevo código procesal. Se puede obtener una condena o una absolución en menos de tres meses. En contraste, la Federal, una persona puede estar presa dos años de forma preventiva sin tener fecha de juicio”, explicó Aníbal Paz.

“Toda ayuda que pueda recibir será bienvenida por parte del fuero federal. El trabajo conjunto está bien visto y da buenos resultados. Ya hay varios ejemplos de colaboración. Por sólo citar uno, el ECIF del Ministerio Público Fiscal realiza los análisis de los celulares secuestrados por la justicia nacional”, comentó.