Babasónicos es otro rock, otro pop, con el glamour que le pone Adrián Dárgelos, que no solo canta sino interpreta, y un sonido especial.

Desde hace más de 30 años ha pasado de los sótanos a las grandes multitudes, en estadios, teatros y clubes, con chicos y chicas que se besan mientras escuchan a la banda, con canciones que disparan fantasías y crean, efectivamente, un clima. En Europa, Estados Unidos y, recientemente, en Israel.

“Con ‘Trinchera’ entendimos que había una nueva psicodelia para encontrar que sea única y nuestra” dice Diego Tuñón, el tecladista. Los hits de Babasónicos son cantados por la gente y quedan “pegados” en la cabeza. Con Diego Uma Rodríguez, Mariano Roger y Diego Castellanos todavía disfrutan con los temas viejos y nuevos, y los que están por hacer.

DIEGO TUÑÓN. El tecladista se siente en un universo paralelo.

Durante un descanso pasado el mediodía del miércoles Tuñón habla con LA GACETA. En la noche anterior presentaron un nuevo tema “Tajada”, pero no sabe si lo tocarán esta noche en Central Córdoba. “Lo estamos ensayando y no sé si estaremos listos”, aclara.

“Lo que sí es seguro es que en Tucumán vamos a presentar una lista con aquellos clásicos como las nuevas canciones, imperdibles como ‘Putita’, ‘Colmo’ o ‘Irresponsables’, que las disfrutamos. Porque eso es muy importante para nosotros: hacemos lo que queremos y tenemos ganas. Estamos en un tiempo en que queremos exprimirnos, porque somos una banda que nos escuchamos entre nosotros, y cada uno trae y aporta a las canciones”, dice durante la entrevista.

- Leí que hablaste de una “investigación sónica”, que el disco ‘Trinchera’, que es el décimo tercero.

- Tiene que ver con poder alumbrar distintas formas de orquestar. Babasónicos piensa también en el impacto en las distintas audiencias. En un primer momento el grupo era como una bola de sonido, mucha distorsión, pero luego fuimos limpiando un poco. Ahora estamos en la generación de una onda pura con distintas características. Son mágicas.

- “Trinchera” se hizo en la pandemia. ¿Cómo fue todo esto?

- Por primera vez tuvimos, desde hace 31 años que Babasónicos está junto, que pasar dos o tres meses sin hablar o hablándonos poco y por supuesto casi nueve meses sin vernos, pero en el medio hubo comunicación con pedacitos de música que íbamos enviándonos telefónicamente. A mí me resultó un poco bueno, porque me di cuenta de la importancia de la música, de qué manera me protege de muchas cosas, de un determinado entorno. Y el proceso creativo no decayó. Claro, “Trinchera” tuvo más de una decena de versiones previas. Pero seguimos haciendo cosas. Hay momentos en que me siento como en un universo paralelo. Babasónicos debe ser una de las pocas bandas en la que todos aportamos un poco, alguien propone unas líneas para la canción y entre todos vamos agregando, discutiendo y armando. Eso es encontrarse con el otro.

ETAPA. El grupo se encuentra en un proceso de experimentación.

- Influencias, referentes...

- Kraftwerk me impactó mucho. Ellos en 1974 sentaron la base de la tecno, y eso estuvo en la escena que todos hacemos. En un primer momento Babasónicos era como una bola de sonido, con muchas distorsiones, luego fuimos limpiando un poco y ahora generamos una onda pura, con instrumentos característicos. En definitiva, parece un ritmo sinusual, que es como una ese (s) acostada. Lo de ahora responde a distintas formas de orquestar. Babasónicos tiene en cuenta la mayor cantidad de audiencias. Trabajamos mucho en la generación de un ambiente con el sonido, hay manipulación del sonido, separamos la frecuencia y modelamos en círculo. Te diría que estamos en una etapa en que probamos todos, ahora más que nunca. Pero también disfrutamos con las viejas canciones.