Cuando parecía que los conflictos por el cuidado del agua en la cuenca Salí Dulce se habían superado con un acuerdo interprovincial y con monitoreos, las cosas volvieron a ponerse en tensión, dijo el fiscal federal de Santiago del Estero, Pedro Simón. A raíz de la mortandad de peces, el funcionario pidió que Gendarmería realice una pericia y a partir de ello solicitó al juez federal Guillermo Molinari que se lleven a cabo inspecciones en 10 ingenios tucumanos. A su juicio, la causa sería la contaminación y no la falta de oxígeno a causa de la escasez de agua en el río, como piensan los funcionarios tucumanos.

La mortandad se registró hace 20 días en la bahía de Los Britos, al este de la provincia, donde los pescadores se dieron con que miles de peces agonizaban o estaban muertos. Filmaron y sacaron fotos de los animales arrastrados por el río que quedaron encallados en la costa del Frontal. Mientras los funcionarios tucumanos hicieron un informe que indicaba que la falta de oxígeno, vinculada con la escasez de agua por la sequía y el calentamiento por el cambio climático podrían ser la causa de la mortandad, en Río Hondo el intendente y los funcionarios hicieron una marcha reclamando contra Tucumán por lo que para ellos es contaminación. Hubo denuncias en la Justicia Federal y tanto en Santiago del Estero como en nuestra provincia se activaron investigaciones al respecto. El operativo que se hizo en los 10 ingenios tucumanos -motivado por la vecina provincia- abre interrogantes con respecto al control ambiental que se realiza y sobre todo, por las responsabilidades en juego, si los funcionarios están cumpliendo con las normas como debe ser.

En este sentido, hubo confusión, porque los funcionarios dijeron que habían pedido un informe a técnicos de la Fundación Lillo, los cuales aclararon que se les pidió un análisis macroscópico de peces recolectados por personal de medio Ambiente, una opinión, pero que sus técnicos no habían concurrido al lugar donde se había producido el desastre natural. “Nos parecer que la situación actual amerita hacer un estudio científico en mayor profundidad para alcanzar resultados más sólidos de la situación del medio ambiente que rodea a esta cuenca”, expresaron.

En la polémica que vino después del hallazgo de los peces, hubo quienes se preguntaron porqué sólo había ocurrido esta emergencia en la bahía de Los Britos y no en otros ríos tributarios del Salí y en sitios igualmente afectados por la falta de agua, y se señaló que el episodio de mortandad debe ser analizado bajo una serie de muestreos físicos, químicos, bacteriológicos y ambientales que requieren el concurso de muchas disciplinas científicas. Un experto de Ciencias Naturales se preguntó si “se hicieron muestras de agua, bajo normas, para medir la presencia de compuestos orgánicos e inorgánicos que se usan en la agricultura e industria y que pudieran tener un efecto de intoxicación instantánea”.

Ahora los integrantes de la Comisión legislativa de Medio Ambiente han pedido que el subsecretario de Medio Ambiente explique lo que ha sucedido y las acciones que se han tomado al respecto. Correspondería que se aclare este asunto y que se asuman las responsabilidades que correspondan, habida cuenta de que ha habido compromisos de industriales y de autoridades de Tucumán para evitar la contaminación de las aguas, al tiempo que también ha habido medidas de la Justicia de Santiago que han derivado en multas y condenas. Eso, sin olvidar que una vez, hace 10 años, hasta hubo una protesta ambientalista por la contaminación de la cuenca en la propia plaza Independencia, lo cual parecía superado.