La cultura japonesa suele ser reconocida por su orden y prolijidad. Sucede que en el país asiático, estas características son sumamente valoradas porque representan el respeto y la armonía. Por eso, el Método Oosouji es una de las formas que tienen de realizar una limpieza profunda, tanto en un aspecto personal como en uno público.

El Oosouji –que significa “gran limpieza”– nació hacia el año 1600 con la práctica de limpiar y ordenar las casas que solían tener chimeneas y llenarse de hollín con su uso durante el año. Poco a poco, se fue instalando como una tradición y empezó a creerse que con el  Oosouji se limpiaban los hogares de los espíritus indeseados.

Principios fundamentales del método Oosouji

Si bien en Japón el Oosouji se practica a fines de diciembre, es común que en otras tradiciones o en lugares con costumbres más flexibles se practique durante cualquier época del año. El método toma varios días y toda la familia debe participar de él.

Los pilares fundamentales del método Oosouji son:

Deshacerse de lo innecesario. Antes de comenzar a limpiar, es importante deshacerse de las cosas que no se usan o que no se necesitan. Esto ayuda a liberar espacio y a crear un ambiente más ordenado.

Limpiar a fondo. Oosouji es una oportunidad para limpiar en profundidad toda la casa, incluyendo los lugares que no se limpian con frecuencia. Esto ayuda a eliminar la suciedad, el polvo y la energía negativa. Pero no es algo que pueda hacerse a la mayor de las velocidades, sino que es necesario dedicar al menos un par de días.

Renovar la energía. El método parece no estar completo si la limpieza no está acompañada de una manifestación de renovación de energías por parte de toda la familia. Esto se puede hacer limpiando con agua fresca, quemando incienso o usando música relajante.