En el corazón de las imponentes serranías de Córdoba, a 1.450 metros sobre el nivel del mar, yace un tesoro escondido: La Cumbrecita, el único pueblito peatonal del país, ideal para conocer en vacaciones.
Con apenas 800 habitantes, esta pintoresca localidad, fundada por inmigrantes alemanes, se erige como un oasis de tranquilidad y belleza natural.
La Cumbrecita es más que un destino turístico; es un rincón de Europa en el corazón de Argentina. Sus serpenteantes senderos, su encantadora arquitectura y su atmósfera de montaña convierten a este pequeño pueblo en un tesoro escondido en las Sierras de Córdoba.
Un rincón europeo en Córdoba: casas, historia y paisaje
La historia de La Cumbrecita se remonta a 1932, cuando el doctor Helmut Cabjolsky, acompañado de su familia, emigró desde Alemania en busca de un refugio para vacacionar.
Enamorado de las serranías de Córdoba, adquirió un extenso campo de 500 hectáreas con el Cerro Cumbrecita como referencia. En 1935, la familia erigió la primera casa de adobe, marcando el inicio de una transformación única.
A medida que el tiempo avanzaba, la fama de La Cumbrecita creció, convirtiéndose eventualmente en una hostería familiar.
En la década de 1940, las primeras casas con influencia tirolésa se levantaron, atrayendo a migrantes de Alemania y Europa Central. En 1996, el pueblo dio un paso audaz al convertirse en peatonal, conservando la encantadora fisonomía que lo caracteriza hoy.
La Cumbrecita se destaca por su arquitectura europea, principalmente inspirada en las regiones de Alemania y el antiguo Imperio Prusiano. Con códigos de edificación estrictos, los lotes deben tener un mínimo de 2.000 metros cuadrados, asegurando la armonía con el entorno natural y la preservación de su identidad.
Descubrí los encantos de La Cumbrecita
Cascada y bosques encantados: la naturaleza deslumbrante de La Cumbrecita se manifiesta en su cascada majestuosa y bosques de coníferas, poblados por robles y encinas. Un escenario perfecto para explorar a pie y sumergirse en la serenidad de la región.
Cerveza y gastronomía alemana: las cantinas típicas ofrecen un festín para los amantes de la gastronomía alemana. Desde platos tradicionales hasta cervezas artesanales, La Cumbrecita invita a saborear el encanto de su herencia europea.
Cementerio antiguo y río subterráneo: entre las curiosidades locales, el antiguo cementerio cuenta historias silenciosas, mientras que el río subterráneo aguarda descubrimientos en las profundidades de esta joya cordobesa.
Cómo llegar a La Cumbrecita
El camino hacia La Cumbrecita es tan accesible como encantador. Totalmente asfaltado y en excelente estado, se puede llegar en automóvil sin necesidad de una 4x4. Además, diversas empresas ofrecen servicios de traslado en colectivos o combis, facilitando la llegada a este rincón peatonal de ensueño.
El Valle de Calamuchita está recorrido en el sentido norte sur por la RP 5 (Ruta Provincial Nro. 5 - Camino del Alto). En su trayecto atraviesa los diques de Los Molinos y Embalse de Río Tercero