A medida que pasan los días y se acerca el 10 de diciembre, el presidente electo,Javier Milei, pone más cartas sobre la mesa en el nuevo escenario que se le abrió a la Argentina el domingo pasado, cuando el líder de La Libertad Avanza se impuso en el balotaje contra el candidato de Unión por la Patria y actual ministro de Economía, Sergio Massa. Desde entonces, el mundo peronista no es el mismo. Varios dirigentes se quedaron petrificados por el cambio de signo político en la Casa Rosada que implicará, según sostienen los dirigentes justicialistas, una menor consideración para los distritos que dentro de 17 días se convertirán, efectivamente, en opositores al Gobierno nacional.

¿Qué es lo que siente el tucumano Osvaldo Jaldo ante esta nueva perspectiva institucional? “Yo ya asumí que Milei es el presidente que la mayoría de los argentinos eligió; lo tengo que hacer porque ese es mi rol institucional. Tengo que gobernar la provincia con estas nuevas características y soy respetuoso de la voluntad popular expresada con el voto”, arrancó el mandatario provincial en una charla con LA GACETA. Y continuó: “No miro por el retrovisor; miro por el parabrisas todo lo que se viene”.

Jaldo se ha convertido esta semana en el primer gobernador en adoptar medidas de contención del gasto político, con la reformulación del proyecto de Presupuesto para 2024 que su antecesor en el cargo, Juan Manzur, elevó a la Legislatura dos días antes de cumplir su segundo mandato. Jaldo podó en $ 220.000 millones el nivel de erogaciones para el año que viene con una batería de medidas que incluyó la eliminación de 50 áreas del Poder Ejecutivo; la eliminación de cerca de 7.500 beneficios que se otorgaban a través de la Unidad de Reconversión Laboral (Unrel), la baja de las adscripciones en todo el ámbito de la administración centralizada y hasta la anulación de entre 300 y 500 designaciones de personal efectuadas dos meses antes de que se produzca en la provincia el recambio institucional.

“Se vienen tiempos muy duros, a juzgar por los anuncios que está haciendo Milei respecto al fuerte recorte de gastos, a la privatización de empresas públicas, al freno en la obra pública y a la no distribución de fondos considerados discrecionales y que usualmente llegaban a las provincias. Pero del dicho al hecho hay un trecho. Digo entonces que esos anuncios pueden ser de cumplimiento total, pero también parcial atendiendo a la realidad del país”, puntualizó.

Jaldo no ha dejado de recibir llamadas telefónicas de sus pares de otras provincias, sorprendidos por la decisión de anticipar medidas de contención del gasto. Varios de sus pares serán puestos en funciones en diciembre y con eso se definirá también la nueva estructura de la liga de gobernadores cercanos al Partido Justicialista. Incluso, el gobernador tucumano se sorprendió de un contacto telefónico con el ex compañero de fórmula de Juan Schiaretti, Florencio Randazzo que, según se sostiene en Buenos Aires, puede llegar a convertirse en uno de los interlocutores de Milei ante los mandatarios provinciales y también dentro del Congreso de la Nación.

Otra de las preocupaciones del mandatario provincial pasa por el desarrollo de la obra pública. En esta nueva etapa, está convencido de que le resultará difícil iniciar nuevos trabajos hasta tanto el nuevo Presidente de señales claras respecto de cómo será el esquema de distribución de fondos, más allá de lo que se ha pautado en el Presupuesto Nacional 2024.
Jaldo cree que no hay que perder de vista las gestiones con organismos multilaterales, por donde se pueden canalizar varios trabajos públicos de alto impacto social. Lo que no quiere es que se paralicen las obras en todo el territorio provincial. Ya ordenó que comiencen a distribuirse maquinarias oficiales para la reparación de caminos terciarios.

Entre las obras más prioritarias, el gobernador cree que la construcción de la cárcel en Benjamín Paz debe continuar porque no sólo permitirá descomprimir al sistema carcelario local, sino que también posibilitará que los presos federales sean alojados en esas instalaciones.
“Este gobernador no permitirá que los presos anden sueltos por las calles tucumanas”, enfatizó. De la misma manera, pugnará por la Alcaidía de Las Talitas, las plantas de tratamiento en Concepción y en San Andrés o las obras de cloacas en Alderetes y en Banda del Río Salí.

Más allá de todas estas cuestiones, Jaldo reafirmó que Tucumán está a tono con lo que la sociedad viene reclamando y que ha corporizado con su voto en la elección de Milei como presidente de la Nación. “El Presidente quiere eliminar el déficit fiscal, que es algo que nosotros venimos hablando en Tucumán, afirmando que en la casa de uno no podemos gastar más de lo que ingresa”, indicó cuando fue consultado sobre la sintonía fina previa al recambio institucional.

De todas maneras, Jaldo sabe que está llamado a ser opositor y que ese es el lugar que el ciudadano ha colocado a la provincia respecto de la Nación. Internamente, hubo resistencias de algunos dirigentes cuando el gobernador anticipó los anuncios de las medidas de erradicación del gasto político. Ahora espera gestos de los otros dos poderes, el Legislativo y el Judicial. Jaldo finalmente sostuvo que priorizará su vocación dialoguista frente a la Nación, aunque ello no implicará claudicar en los reclamos que históricamente viene realizado Tucumán para corregir las asimetrías respecto del centro del país.

Las seis claves de la nueva gestión:

1- Aguinaldo

Una de las deudas que más aquejaba a los empleados públicos era la liquidación del medio aguinaldo en diciembre. El presidente electo, Javier Milei, afirmó que “no hay plata para atender algunos gastos del Estado”. Sin embargo, luego aclaró que no corría peligro el Sueldo Anual Complementario del segundo semestre. En este aspecto, el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, fue enfático:  “las medidas de austeridad que adoptamos, como la reducción del Presupuesto 2024, la eliminación de 50 áreas del Poder Ejecutivo y otras acciones para bajar el gasto superfluo nos permitirán afrontar los salarios y el medio aguinaldo hasta fines de año”, dijo. Para abonar los salarios de noviembre y diciembre y el aguinaldo, Jaldo necesitará alrededor de $ 140.000 millones.

2- Austeridad

Los resultados electorales del domingo no hicieron  más que acelerar los anuncios de medidas de austeridad fiscal en Tucumán. De hecho, Osvaldo Jaldo fue el primer gobernador en reaccionar frente al nuevo escenario que se abre en la Argentina, de contención de las erogaciones y de eliminación del gasto político. “Fue una decisión personal. Todo el mundo sabe que siempre he tratado de ser austero y buen administrador, más en tiempos adversos para la economía”, afirmó el mandatario. Recordó que esa fue su conducta cuando José Alperovich le encomendó el Ministerio del Interior, y antes, cuando Julio Miranda lo convirtió en titular de Economía, en tiempos del Bocade. “Quienes tenemos responsabilidad institucional debemos amoldarnos a la situación del país”, expresó.

3- Menos ingresos

Uno de los reclamos que más se escuchó en los últimos tiempos fue el planteo de compensación de fondos de coparticipación, debido a la vigencia de la devolución del IVA y de la eliminación del impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría de los trabajadores. El presidente electo Javier Milei, en ese sentido, afirmó que sostendrá las medidas adoptadas en plena campaña proselitista por el ministro de Economía y ex candidato presidencial Sergio Massa para no dañar las expectativas de los trabajadores. A Tucumán esas medidas tienen un impacto negativo en los ingresos de unos $ 78.000 millones para el año que viene. “Hay que buscar algún mecanismo de reintegro o de devolución para que el costo de una decisión  nacional no se lo cargue a las provincias. Se tiene que abonar con dinero nacional, no con recursos de las provincias”, indicó Jaldo.

4- Relación fiscal

El martes que viene será una jornada clave para los gobernadores peronistas. Ese día, no sólo se convocarán para coordinar acciones ante el nuevo ciclo que arrancará con el libertario Javier Milei en la Presidencia. También tienen previsto reunirse con el futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, a quien le plantearán las inquietudes que las provincias tienen respecto de la relación fiscal con las provincias. Por ejemplo, además de la coparticipación, uno de los temas será la reformulación del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, que en febrero de 2024 llegará a su fin, lo que activará el cobro de deudas. En el caso de Tucumán, supera los $ 24.000 millones. La idea es que la Nación promueva otro mecanismo que absorba ese endeudamiento, con un plan de pagos.

5- Transporte

Los subsidios nacionales al servicio de transporte de pasajeros es un viejo reclamo del interior argentino. Con el nuevo gobierno que asumirá el 10 de diciembre, se renovarán los planteos para que haya una distribución más equitativa de los aportes del Estado nacional a las provincias y menos concentración de ese subsidio en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Al respecto, el gobernador Osvaldo Jaldo señaló que Tucumán respetará cualquier medida que defina la gestión del presidente electo Javier Milei “siempre y cuando se sostengan y se mantengan esos servicios públicos, en calidad y en cantidad de aportes. “Si quiere subsidiar al usuario, que lo haga; si lo quiere hacer a través de la empresa, que lo haga. Pero si quiere aumentar el precio del pasaje, golpeará el bolsillo de la gente; por lo tanto, hay que definir esta cuestión”, detalló.  

6- Intendentes

A partir del 1 de enero, el Gobierno eliminará el Pacto Social, a través del cual el Poder Ejecutivo otorgaba ayudas mensuales para que los intendentes paguen los salarios a los empleados, atiendan los gastos en servicios y encaren un plan mínimo de obras públicas. En el nuevo esquema, el Ministerio del Interior planea refinanciar los compromisos asumidos por los jefes municipales hasta ahora y, hacia adelante, contribuir con aportes que sostengan la regularidad en el pago de las remuneraciones. El resto de las erogaciones deberán ser atendidas con los fondos que los intendentes generen a través del cobro de tasas municipales. El gobernador Osvaldo Jaldo está aguardando un informe detallado sobre el estado de situación financiera de cada municipio para, luego, tomar una decisión de fondo respecto de cómo será la relación fiscal con las Municipalidades.