En la noche calma nada hizo presagiar el desastre. Francisco Acosta se aprestaba este martes a ver el partido de fútbol entre Argentina y Brasil cuando de repente un reventón estremecedor sacudió su casa de machimbre. La precaria construcción comenzó a sacudirse mientras algunas chapas del techo salían despedidas como papel. “El momento fue terrible, Mi esposa y mis tres hijos pequeños lloraban asustados mientras yo sujetaba la puerta para que no sea arrancada por el viento. Nunca viví una situación tan aterradora. Imploraba a Dios que pasara la tormenta porque parecía que en cualquier momento nos llevaba por los aires con la casa”, relató Acosta a LA GACETA.

El hombre es miembro de una de las 50 familias que resultaron damnificadas por un violento tornado que se desató antenoche en las comunidades de Huasa Pampa Sud, Pueblo Viejo, El Jardín, Bajastiné y La Posta, al sur de La Cocha.

El fenómeno meteorológico llegó acompañado de granizo y lluvia. Según los pobladores, el instante más virulento duró unos 15 minutos. En ese lapso las viviendas de unas 20 familias quedaron sin techo de chapas, mientras otras 30, con daños parciales. La totalidad acusó pérdida de muebles, electrodomésticos, ropa y calzado. Afortunadamente no se reportaron personas heridas.

EL TECHO QUEDÓ COMO UN ACORDEÓN. Una de las viviendas afectadas por la tormenta de viento, granizo y lluvia que asoló el sur de La Cocha. la gaceta / foto de analía jaramillo

“Era un viento arremolinado y de una fuerza brutal que derribó árboles, postes del tendido eléctrico y las chapas de muchas viviendas, donde las familias quedaron a la intemperie. En la mía el viento arrancó de cuajo el techo de la galería del frente. Con mis hijos y mi esposa nos refugiamos en una habitación segura, mientras rezábamos para que la tormenta se calmara. Nunca en la vida escuché un ruido tan espantoso”, describió Marcelo Plaza, de La Posta.

Sin luz

El furibundo meteoro dejó sin luz y sin agua a más de 500 familias de la zona. Avanzó por una franja de unos 500 metros de ancho entre ambos lados de la ruta 38. Ahí el panorama era devastador. Unos 200 trabajadores del municipio de La Cocha y de la comuna de Huasa Pampa Sur trabajaban ayer sin tregua con el afán de despejar los caminos de los árboles que habían caído. Muchos se derrumbaron sobre las casas de vecinos.

La labor fue reforzada por los bomberos voluntarios de La Cocha y de la Policía de la Provincia.

Personal de EDET, al mismo tiempo, estaba en la tarea de reinstalar el tendido de la red eléctrica. Se estima que el servicio podría ser restituido recién dentro de tres días.

Ayer las escuelas de esas localidades no dictaron clases. En la Obispo Colombres, de La Posta, cayeron varios árboles que dañaron una parte de un tinglado de la galería.

Momentos de terror

La imagen más patética del desastre la constituyó un antiguo y enorme eucalipto que se desplomó sobre la vivienda de Víctor Ariel Correa. Él regresaba de su trabajo cuando se encontró con la desesperante imagen del árbol encima de su casa. “Mi esposa y mis dos hijos cenaban en el comedor cuando de repente llegó el viento y enseguida, según me comentaron, escucharon un reventón encima. Aterrorizados salieron a la galería y se dieron con el techo aplastado por la planta. Yo cuando llegué casi me descompongo del susto. Ella debió ser asistida porque le vino un pico de hipertensión”, contó Correa. De todos modos, reconoció que se sentía aliviado porque su familia resultó indemne.

DESOLACIÓN. Los vecinos perdieron casi la totalidad de sus pertenencias.

El jubilado Ramón Ponce ayer a la mañana no se recuperaba todavía del susto y de la angustia que le generó el paso del bestial meteoro. Casi todos los ambientes de su casa quedaron sin techo. Las chapas fueron arrancadas de cuajo y fueron a parar a más de 500 metros del lugar.

“Estaba por ver el partido de Argentina cuando sorpresivamente llegó el viento. Escuché un ruido ensordecedor y enseguida el techo desapareció. Con mi esposa e hijos nos refugiamos en una habitación que se salvó del desastre. Perdí heladera, televisor, camas, ropa y muebles. Quedé casi sin nada. No sé cómo haré para recuperarme, justo ahora que el ingreso de un jubilado no alcanza ni para comer”, lamentó Ponce.

Asistencia

Tras la devastadora tormenta el municipio de La Cocha asistió a los damnificados con agua, alimentos, colchones y chapas. También con trabajadores que ayudaron a reacondicionar las casas dañadas.

“Con recursos de la intendencia y de los ministerios del Interior y de Desarrollo Social estamos abocados a atender las necesidades más apremiantes de la población. Después se analizará el tipo de ayuda que se le podrá brindar con el fin de que puedan recuperar lo que perdieron”, le dijo a LA GACETA el legislador Leopoldo Rodríguez (h).

El parlamentario confirmó que solo la vecina Liliana Varela, de La Posta, que perdió todo el techo de su casa, fue la única evacuada por un pariente. Todos los demás damnificados prefirieron quedarse en sus vivienda para iniciar la tarea de reparación de los daños sufridos.