Cristian Buttié es licenciado en Ciencias Políticas y director de CB Consultora Opinión Pública. Después de acertar en su pronóstico de la elección general de octubre, Buttié no titubeó en los días previos al balotaje para afirmar que la tendencia a favor de Javier Milei, de La Libertad Avanza (LLA), se mostraba irreversible.
En diálogo con LA GACETA, el analista aseguró que el triunfo del espacio libertario puede entenderse a partir de tres ejes: la mala imagen de la gestión nacional, el mensaje propositivo que adoptó en el último tramo de la campaña y la participación superior al 76% del padrón.
-. ¿Se puede calificar de sorpresivo el resultado del domingo?
Nosotros veníamos registrando una tendencia irreversible, a favor de Javier Milei. Esa tendencia irreversible se fundamentó en que la diferencia entre las partes era superior al margen de error. Y teníamos algunos conceptos claves como la mala imagen de la gestión nacional que tiene un 26% de imagen positiva y 70% de negativa. De manera tal de que obviamente se podía aglutinar un gran cambio que terminó sucediendo. Por otro lado, teníamos también que Milei había cerrado su campaña con un mensaje propositivo, un mensaje propositivo que reivindica la esencia de un balotaje porque logró perforar los techos. Y el tercer factor era la participación. Nosotros teníamos proyectado una participación del 74% y consideramos que a mayor participación aumentaban las posibilidades de que Milei amplíe su diferencia. Pero siempre lo vimos a Milei arriba, nunca vimos un empate técnico. Obviamente la sorpresa fue que superó los 10 puntos de diferencia.
-. ¿De qué manera se puede entender o analizar la diferencia conseguida?
A partir de la gran participación que hubo principalmente en el centro del país. Los diferenciales que obtuvo Javier Milei en esa zona mayor le aportaron un crecimiento exponencial. Por el otro lado estuvo, la mala imagen del peronismo en la provincia de Buenos Aires, ese casi empate sentenció la derrota.
-. ¿Cómo se analiza la derrota del kirchnerismo?
La gestión de Alberto Fernández llega al final del mandato con el 70% de imagen negativa es por lo que claramente hay un desagrado transversal. Es la mala imagen de Cristina Fernández más la mala imagen de Alberto, más la mala imagen de Massa y todo eso empujó a tener este desenlace. Ahora, hay que ver cómo va a actuar el kirchnerismo. Con un Milei presidente, el kirchnerismo duro va a seguir observando la figura de Cristina como una referente opositora. Por eso mismo yo creo que con un triunfo de Massa, el kirchnerismo se hubiera construido en un sector relegado para una nueva construcción política del peronismo, pero ahora el kirchnerismo para mí sigue siendo protagonista. No sé en qué lugar. Pero un sector importante, en la medida que Cristina también desee serlo. Ya pasó con Mauricio Macri en la vereda opositora. Ningún actor político está muerto políticamente. Nunca. Lo demostró el propio Macri que se veía totalmente derrotado la noche del 22 de octubre y el 23 de octubre ya era un protagonista en ese armado con Milei y hoy es uno de los grandes ganadores junto a La Libertad Avanza. Yo creo que Sergio Massa es un actor que tiene una construcción, principalmente en la provincia de Buenos Aires.
-. ¿Cómo se avizora el futuro del país?
Milei ha declarado que no será gradualista y eso ya te da un parámetro. Tenemos que tener un sinceramiento de cómo está la realidad económica del país, la cantidad de reservas reales, la base monetaria circulante, son un montón de condicionamientos, creo también que va a haber resistencia de un sector de la sociedad frente a los avances de flexibilización que Milei pregona y yo creo que el presidente electo tiene preparado una serie de baterías disruptivas y de esa manera ver cómo afectan en el día a día los argentinos. Es muy difícil anticiparse a ciertos movimientos.
-. ¿La población le otorgará a Milei un tiempo de gracia para implementar sus medidas?
Tenemos una sociedad partida. Un 55% de la población creo que le va a dar a Milei un tiempo prudencial para tomar las decisiones que considere correctas y un 45% no va a tener la paciencia del resto de manera tal de que ahí radica el meollo de la gobernabilidad y cómo podrá llevar a cabo su programa sin generar los choques sociales que naturalmente se dan. Acá lo que está claro es que Milei fue elegido democráticamente por una amplia mayoría, de que el gobierno expresó el fracaso de su gestión en las urnas y me parece que el primer mensaje tiene que venir de la clase política de darle el tiempo prudencial al propio Milei porque si la propia clase política empieza a poner palos en la rueda las consecuencias se reflejarán en manifestaciones y conflicto social
-. ¿La gobernabilidad será el aspecto crucial del próximo gobierno?
Será el gran desafío, entendiendo que no tiene gobernadores ni mayorías en el Congreso. Habrá que ver cómo gobierna, cómo crea consensos. Me parece que será una gestión distinta a lo que estamos acostumbrados.
-. ¿Crees que la sociedad puede tolerar a ese nuevo tipo de gobierno?
Un 55% está dispuesto a tolerarlo mucho más que el otro 45%. Dentro de ese 55%, un 40% considera que el fin justifica a los medios.
-. ¿El triunfo de Milei marca un nuevo comienzo en la política argentina?
A partir del caso de Donald Trump, en Estados Unidos, o el de Jair Bolsonaro, en Brasil, se observa que no han logrado posicionarse a lo largo del tiempo, han gobernado una vez y después han sido derrotados en las urnas, dejando el antecedente de que un outsider que logre una conectividad con la sociedad pasa por encima de los aparatos tradicionales. A la Argentina ha llegado la figura de un outsider que se puso en contacto con la gente y superó los aparatos tradicionales. Pero, si yo me guío por lo que sucedió en Brasil y lo que sucedió en Estados Unidos hubo fracasos electorales después de este triunfo porque ambos fueron derrotados aunque no quita que esas figuras se corran de escena. Justamente, Bolsonaro es protagonista en Brasil y Trump es protagonista en Estados Unidos, pero fueron derrotados en las urnas. El gran desafío de Milei es ver cómo logra romper esa racha y todo va a depender obviamente del contexto que la Argentina tenga en términos productivos, económicos, de estabilidad, de crecimiento.
-. ¿El objetivo de Milei sería dejar de ser un outsider para ser un político tradicional?
No, Milei va a seguir siendo Milei, no necesita ser político tradicional porque de hecho él no tenía esa aspiración tampoco. Con el 30% en las PASO, Milei buscaba ser uno de los referentes de los libertarios a nivel sudamericano que terminó siendo un referente libertario a nivel internacional y ahora le toca ser presidente de la Argentina, pero vuelvo a lo mismo, la gente terminó votando en contra del gobierno más que a favor de Milei. De manera tal yo no creo que Milei se politice en términos tradicionales. Creo que va a formar algo distinto, lo que sí veo es que en Estados Unidos y en Brasil las experiencias electorales fueron negativas porque perdieron en las próximas elecciones, pero deja el antecedente de que una figura en términos individuales queda con posicionamiento y protagonismo.