Se la representó en títeres, teatro de sombra, clown, cine y tragedia clásica, y ahora “La casa de Bernarda Alba”, una de las obras más representadas y versionadas de Federico García Lorca llega en formato flamenco.

Hoy a las 21.30, en la sala principal del teatro Alberdi (Crisóstomo Álvarez y Jujuy), la cantaora, bailaora y directora Georgina Rague presentará su propuesta original del texto que habla del control absoluto, la opresión y los deseos de un grupo de mujeres que se debaten entre mantener el luto por un padre muerto o aprender a vivir con pasión.

“Elegí este argumento porque García Lorca es uno de los máximos exponente del flamenco y porque sus obras son tramas muy identificadas con esa cultura y esto nos ayuda a poder expresar como mujeres lo que sentimos. Fue un adelantado a su época, en la actualidad también se puede ver el empoderamiento de la mujer, la sumisión en otras, el amor y muchas veces la protección de una madre viuda o soltera sobre sus hijas”, afirma la directora a LA GACETA.

La puesta involucra a Lourdes Boullhensen, Noelia Viltri, Florencia Juárez, Fiorella González Ruiz, Ariadna Paz, María Luisa Gallardo, Fabiola Padin, Cynthia Gómez, Nora del Pino y la propia Rague, más unas 25 bailaoras haciendo de pueblo. Como invitado especial estará el bailaor porteño Vico Zapata, en el papel de Pepe el Romano.

“Decido llevar la obra al estilo flamenco porque es mi fuerte, es a lo que me dedico y es lo que amo hacer; para cada situación el género tiene una letra, un cante, y eso me ayudó a elegir cada palo (o sea cada ritmo) según la situación que se desarrolla y así fui eligiendo la música según la trama. Además, el hecho de ser todas mujeres me da mucha más fuerza para poder expresar lo que somos cada una. El flamenco tiene eso de tener. El baile es mi manera de llegar al público, de expresar lo que siento y obviamente el hecho de tener mi propia escuela de flamenco hace que cada una de las bailaoras pueda expresarse con su cuerpo y contarte una historia sin hablar”, sostiene.

El trabajo comenzó a fines del año pasado, comprometiendo a todo el elenco en la lectura de la obra y en ver la película dirigida por Mario Camus en 1986, para comenzar en marzo con el montaje. “Fue un trabajo en equipo, yo sola no podría hacerlo. Desde las bailaoras hasta las madres trabajaron para lograr este gran espectáculo y obviamente con el apoyo del teatro Alberdi y su directora María Silvia Barboza que nos abrió las puertas para seguir creciendo. En Tucumán hay grandes artistas del flamenco y veo que todos nos preocupamos por crecer día a día y perfeccionarnos cada uno según nuestras posibilidades. Es hermoso ver cómo el público tucumano apoya a las propuestas de arte andaluz en general”, concluye.