La lluvia, aunque escasa, trajo alivio a los habitantes de la capital y Yerba Buena. El temporal consiguió que la temperatura descendiera significativamente luego de una mañana y siesta en la que la humedad agobiaba. En el sur de la provincia se registraron tormentas y cayó una mayor cantidad de agua que benefició a los campos de plantaciones.
Desgraciadamente, en un contexto en el que algunos barrios de la capital comenzaron a quedarse sin agua por la sequía, las tan esperadas lluvias no llegaron al norte de la provincia, las localidades de Trancas, Vipos y El Cadillal son las que principalmente abastecen a los municipios del Gran San Miguel.
Sirvió de riego
Una torrencial lluvia, precedida de un fuerte viento, se desató ayer a la tarde en el sur tucumano. El fenómeno meteorológico vino a poner fin a una prolongada sequía que había comenzado a generar problemas en el abastecimiento de agua para el consumo en algunas localidades. También afectaba el riego de plantaciones de hortalizas, cereales y frutas. La gente, además, celebró que la lluvia aplacara el agobiante calor y los altos registros de humedad de los últimos días. De todos modos el nivel de agua caída en algunas comunidades era considerado escaso ya que no superó los 15 milímetros hasta el cierre de esta edición.
El problema de la falta de lluvia había comenzado a hacerse sentir en Alpachiri, en donde el agua para consumo proviene de una toma del río Medina. Los vecinos, como Ángel Diaz, esperan que ahora se despejen los riesgos de quedarse esa población sin ese líquido vital. El cañero Rolo Campos, de Villa Quinteros, dijo que la lluvia llegó en el momento justo en el que la zafra azucarera concluyó. Este miércoles a la noche el ingenio La Corona se constituyó como la última planta fabril en cerrar su ciclo productivo 2023. “Es una lluvia necesaria que trae alivio a una sequía que comenzaba a preocupar. Afortunadamente la actividad cañera concluyó su ciclo de cosecha y ahora se apresta a iniciar el de cultivo” señaló Campos.
No causó daños
El comisario mayor Julio Concha, segundo jefe de la Unidad Regional Sur, informó que la lluvia no generó anegamientos ni otros inconvenientes producto del fuerte viento que arreció durante varios minutos. En cuanto al Gran Tucumán, el director de Defensa Civil, Fernando Torres, constató que, hasta el cierre de esta edición, no habían recibido ninguna llamada de emergencia al 103, la línea en la cual reciben las denuncias ante casos críticos. No se registraron situaciones de poblados o caminos anegados y, en promedio, cayeron 8 milímetros de agua, siendo el pedemonte de Lules el sector que terminó más mojado: registraron 19 milímetros de agua.
Defensa Civil también confirmó que no llovió significativamente en el norte de la provincia. “A la capital le sirve que llueva en Trancas y Vipos principalmente. Lo importante es que empezaron las tormentas y en algún momento llegará el agua a nuestra cuenca”, señaló el director de la SAT, Marcelo Caponio. Ayer, según informó, realizaron un redireccionamiento del agua de los pozos para aliviar la situación del barrio El Bosque, uno de los que más está sufriendo la falta de agua.