La inflación que se registró en agosto y en septiembre marcará una aceleración de los niveles de pobreza en la medición semestral que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Si bien para conocer ese dato habrá que esperar al menos hasta marzo del año que viene, algunos trabajos académicos dan cuenta de ese empobrecimiento de la sociedad argentina. Por caso, un estudio de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) calculó que, a octubre, el nivel de pobreza en la Argentina afectó al 42,9% de la población, lo que representa unas 19,7 millones de personas. Esto pese a la desaceleración de la inflación en el último mes, que retrocedió al 8,3%, tras marcar índices superiores al 12% durante agosto y septiembre pasado.

Según las consultoras, esta desaceleración puede ser transitoria, tomando en cuenta el deterioro de los principales indicadores de la economía nacional. En este aspecto, Ecolatina espera para noviembre que el registro mensual vuelva a superar los dos dígitos, afectado por una serie de factores. En primer término, un arrastre estadístico de octubre que jugará en contra que golpeará la dinámica de los precios. Esto se combinará con aumentos puntuales en prepagas, colegios privados, tarifas de agua, telefonía celular, internet y TV por cable, servicio doméstico y taxis.

La canasta de alimentos sube a mayor ritmo que la inflación

Asimismo, la consultora privada apunta que el anteúltimo mes del año se verá influido particularmente por la incidencia de la generalización del desdoblamiento cambiario vía “dólar exportador” de finales de octubre; cierto combustible adicional por el regreso del crawling peg; el fortalecimiento en las restricciones al pago de importaciones de las últimas semanas, profundizando la incertidumbre sobre los costos de reposición; y las posibles tensiones en los dólares paralelos en los días más próximos a la segunda vuelta. “Finalmente, será crucial lo que pueda suceder una vez conocido el resultado del balotaje que despierta una elevada incertidumbre, en términos de posibles descongelamientos de precios regulados, evolución de los acuerdos de precios o medidas cambiarias”, advierte. En este marco, el discurso del ganador será clave, así como las primeras señales que pueda entregar respecto a su programa económico y a sus intérpretes, principalmente quiénes ocuparán el Banco Central y el Ministerio de Economía, a fin de acotar la incertidumbre en medio de la transición.

La inflación, el factor clave en las paritarias del Gobierno con los gremios estatales

Con todo, frente a la inexistencia de un plan integral para bajar la inflación los riesgos de seguir consolidando pisos cada vez más elevados seguirán presentes. “Partiendo de una inercia que se consolida en pisos más altos, la economía se enfrente a una incierta transición electoral sin anclas, bajo una aguda escasez de divisas, exceso de oferta de pesos, distorsión de precios relativos y falta de confianza en los hacedores de política económica para coordinar e influir sobre las expectativas”, acota Ecolatina.

La pobreza subió al 42,9% en octubre como consecuencia de la alta inflación

De cara al inicio de la próxima administración, necesariamente comenzará un proceso de corrección -en mayor o menor medida- de precios relativos (dólar oficial, tarifas, regulados), que, para evitar una espiralización inflacionaria, deberá estar contenido dentro de una correcta diagramación e implementación de un programa integral de estabilización. Por eso, la consultora considera que la inflación de este año se ubicará en torno0 del 185%, con perspectivas de una aceleración en los primeros meses de 2024.