Una de las enfermedades que más afecta a la población a nivel mundial es la anemia, la cual se “desarrolla cuando la sangre produce una cantidad inferior a la normal de glóbulos rojos sanos”, según el portal de los Institutos Nacionales de la Salud.
La anemia, o nivel bajo de hemoglobina, puede ser la señal de una enfermedad hematológica (afecta a la producción de sangre y sus componentes) o una manifestación secundaria de muchas otras enfermedades.
¿Qué es la anemia y cómo se diagnostica?
La anemia se define por una reducción en la cantidad de glóbulos rojos o hemoglobina.
Los médicos emplean diversos estudios de laboratorio, como la biometría hemática, la medición de hemoglobina, ferritina y la captación de hierro, para diagnosticar y clasificar esta afección.
Por otra parte, esta patología, por deficiencia de vitaminas, por lo general se desarrolla lentamente durante varios meses o años. Los síntomas pueden ser leves en un principio, pero suelen aumentar a medida que la deficiencia empeora.
¿Cuáles son los principales síntomas de la anemia?
Fatiga: la fatiga extrema es uno de los síntomas más frecuentes, llevando a una sensación de cansancio incluso después de un descanso adecuado.
Palidez: la piel y mucosas pueden volverse pálidas debido a bajos niveles de hemoglobina.
Debilidad: la debilidad muscular es común, dificultando actividades cotidianas.
Mareos y desmayos: la falta de oxígeno puede ocasionar mareos y desmayos en casos graves.
Dificultad para respirar: la anemia puede provocar dificultad respiratoria, especialmente durante la actividad física.
Taquicardia: latidos cardíacos rápidos compensan la falta de oxígeno.
Palpitaciones: se pueden experimentar latidos cardíacos fuertes, rápidos o irregulares.
Frío en extremidades: manos y pies pueden sentirse fríos debido a la disminución del flujo sanguíneo.
Dolor de cabeza: los dolores de cabeza pueden indicar falta de oxígeno en el cerebro.
Uñas quebradizas y pálidas: las uñas pueden volverse quebradizas y pálidas en personas anémicas.
Anemia: cuál es el tratamientos y cómo prevenirla
El tratamiento de la anemia varía según su origen y gravedad. Los médicos determinan la terapia más adecuada, que puede incluir la ingesta de suplementos, procedimientos médicos o cambios en el estilo de vida.
La prevención, por otro lado, se centra en una dieta equilibrada y rica en hierro, consumiendo alimentos como carnes rojas, pescados, granos integrales, frutas secas y vegetales de hoja verde.
La detección temprana y el tratamiento adecuado son fundamentales para combatir esta condición y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.