“La gente no necesariamente quiere perder peso, pero a menudo las personas parecen querer estar delgadas casi con una varita mágica”, dice la nutricionista Desire Coelho, doctora en Ciencias del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de San Pablo (USP-Brasil), en un artículo de la BBC Mundo. Coelho es autora del libro “¿Por qué no puedo adelgazar? Una mirada al cuerpo, el comportamiento y la alimentación”, en el que asegura que, en general, la gente busca “atajos” para perder peso.
La nutricionista advierte: “la salud y la pérdida de peso pueden estar vinculados, pero dependiendo de cómo se lleve el proceso de adelgazamiento, este incluso podría ser causa de enfermedad”. Afirma que los problemas en la relación con el cuerpo tienen su origen en la valoración exagerada de la delgadez y la percepción -errónea- de que delgadez y salud son sinónimos.
Qué funciona y qué no
Al referirse a las barreras que obstaculizan este proceso indica que, en primer lugar, la gente entiende el proceso de pérdida de peso como algo que tiene un principio, un desarrollo y un final, pero no es así.
“Más que simplemente pensar en qué cuerpo quieren tener, qué peso quieren tener (no me gusta hablar de peso, pero es gran parte de la referencia que tiene la gente), se tiene que pensar en el estilo de vida que se quiere. Entonces sí podremos entender sus valores, su realidad, hasta dónde se puede llegar. Y otra cosa importante es que se entienda el proceso de pérdida de peso como algo lineal, y no lo es. El proceso de pérdida de peso tiene altibajos y la pregunta es cuánto puede aprender la persona de esos momentos: qué le funciona y qué no”, detalló la especialista.
“Muchos quieren una única fórmula mágica, pero no existe: la razón por la que una persona engorda es diferente de la razón por la que otra persona engorda. Si somos personas tan diferentes, no habrá una única respuesta al proceso de adelgazamiento. Entonces se trata de comprender la respuesta dentro de la realidad de cada persona: la genética, los factores sociales, la historia de vida y los diferentes valores que la comida tiene para cada uno de nosotros. Entender este proceso de pérdida de peso como sus altibajos y en qué medida la persona puede retomar el proceso, continuar con el proceso, es lo que determinará gran parte de su éxito a largo plazo”, subrayó.
En su libro, la especialista señaló cuáles son las principales cosas que contribuyen a bajar de peso.
Pilares fundamentales
• Dormir bien: la cantidad y la calidad son fundamentales. No hay una pérdida de peso sostenible si se duerme mal. La falta de sueño aumenta el hambre, disminuye la saciedad y aumenta las ganas de comer. Además, nos enferma más y nos movemos menos, por lo que nos volvemos más sedentarios. Es una combinación muy peligrosa.
• Actividad física: hoy un entrenamiento estructurado, pero la actividad física son los movimientos que hacemos a diario. Lo que pasa es que algunas personas, a pesar de tener una carga de entrenamiento adecuado, se comportan de forma completamente sedentaria durante el resto del día. Así que uno acaba compensando al otro. Esto es algo que la ciencia todavía está intentando comprender. Así, a veces una persona aumenta su gasto en actividad física, pero el comportamiento sedentario hace que el aumento no sea tan pronunciado como podría ser.
• Alimentación: hay algunas cosas que ya sabemos que son fundamentales en nuestra dieta: debe ser muy rica en alimentos frescos, es decir, ensalada, verduras. Es eso de “pelar más y desempacar menos”. Y respetamos nuestros signos de hambre y saciedad, entendemos qué alimentos son desafiantes. Y las proteínas juegan un papel fundamental. Estas son cosas que ya sabemos.
• Regulación emocional: hoy en día lo que más se utiliza para la regulación emocional no es salir a caminar ni llorar. Se come. A veces, una persona siente algo que no quiere sentir, por lo que come para aliviarlo. Entender qué válvulas de escape utiliza cada uno y cómo podemos darles un nuevo significado a estas válvulas de escape también es fundamental en el proceso de salud y pérdida de peso.
Ayuno intermitente
Coelho también se refirió al ayuno intermitente, una herramienta que se ha difundido mucho estos últimos años.
“Lo interesante del ayuno es que, cuando pensamos en el aspecto evolutivo, tiene mucho sentido. Si pensamos en nuestros antepasados que vivieron hace 100.000 o 200.000 años, no hacían cinco comidas al día todos los días. Era normal tener fluctuaciones. Y hoy estamos en una sociedad donde no es raro encontrar un paciente que hace siete comidas al día. Metabólicamente, el cuerpo de la persona no deja de procesar los alimentos, es desgaste”, advirtió la nutricionista.
Agregó que la ciencia ha demostrado que como estrategia es más interesante pensar en el ayuno nocturno que en ayuno intermitente. El ayuno nocturno consiste en dejar un período de al menos 12 horas en el que no se coma.
Suplementos
Respecto de la necesidad de consumir suplementos de proteínas o vitaminas, la especialista consideró que es mejor aumentar los alimentos que son fuente de esos nutrientes. Por ejemplo, hablando de omega 3, se sabe que quienes siguen una dieta más rica en pescado y alimentos que son fuentes de omega 3, como frutos secos y semillas, tienen un mejor perfil cardiometabólico. En cambio, la evidencia sobre los suplementos con omega 3, que es el nutriente aislado, aún es débil.
Respecto de las proteínas, indicó que quienes las necesitan son los mayores de 40 años, que es cuando el cuerpo comienza a perder masa muscular. “Necesitan estar activos y consumir proteínas. Y también podemos discutir si la mejor manera es a través de bebidas proteicas, llenas de aditivos, como edulcorantes y emulsionantes. Los suplementos son una posibilidad, pero hay que encontrar la forma correcta de tomarlos”, observó.