El triunfo esperado, el momento adecuado. En La Plata, Atlético Tucumán volvió a probar las mieles de una victoria a domicilio después de algo más de cien días, justo cuando la lucha por la clasificación a la Copa Sudamericana se encuentra al rojo vivo y en plena etapa de definiciones.

La intensa lluvia que azotó a la Ciudad de las Diagonales durante gran parte de la jornada del viernes, partido incluido, y las urgencias de un Gimnasia y Esgrima que se sabe todavía en peligro cierto de perder la categoría, le otorgaron al éxito por 2-1 un aire de épica que viene bien tras los sinsabores de las fechas precedentes.

¿Cuáles fueron las claves para que el “decano” por fin sumara de a tres en rodeo ajeno en Copa de la Liga, su primer triunfo desde aquel 2-0 sobre Central Córdoba en el “Madre de Ciudades” el 29 de julio, en el cierre del torneo anterior. Escuchemos a los protagonistas.

“De visitante, hubo partidos en que por ahí merecimos un poco más y no pudimos obtener el triunfo y hubo partidos que por algún rato de desconcentración los terminamos perdiendo”, argumentó uno de los integrantes de la dupla técnica, Favio Orsi, antes de abandonar el viernes el estadio Juan Carmelo Zerillo.

Precisamente, y más allá de las limitaciones del rival, ante el “Lobo” Atlético tomó las precauciones pertinentes: defendió con línea de cinco y logró neutralizar casi por completo el arma predilecta del conjunto de Leonardo Carol Madelón, el desborde por las bandas y el centro atrás.

En “El Bosque”, la retaguardia del “decano” no cayó en desatenciones como ante Vélez y Colón y jugó unos de sus mejores partidos en el certamen. Tanto fue así que la igualdad transitoria del anfitrión llegó por medio de un tremendo remate de media distancia de Matías Abaldo, sin responsabilidad alguna de la última “trinchera” visitante.

A la otra clave se refirió la figura del partido, un Joaquín Pereyra en estado puro, parecido a aquel que supo llamar la atención de River, Racing y otros clubes más.

“Jugar de visitante nos ha venido costando, pero creo que lo que más nos costó en todo el torneo fue convertir, ese fue nuestro problema. Porque sacando dos o tres partidos, generamos situaciones, pero el déficit nuestro fue no convertir. Erramos mucho”, describió el zurdo, quien le puso una exquisita asistencia a Marcelo Estigarribia para el primer gol.

Esa carencia de efectividad que venía azotando a Atlético como una plaga dio muestras de remisión. “Fuimos inteligentes, aprovechamos nuestro momento”, apuntó el “Chelo”, tan certero como en aquella definición ante Tomás Durso.

Efectivamente, el equipo de Sergio Gómez y Orsi supo golpear al “Tripero” en los momentos justos, más allá de que tuvo chances para llevarse de La Plata un resultado más holgado.

A una fecha del cierre del certamen, algunos hinchas pensarán en los puntitos que a Atlético se le escurrieron ante Independiente… o frente a River, en aquella derrota agónica en el Monumental. Es cierto, con algunas desconcentraciones menos y una contundencia mayor, el “decano” podría estar incluso en la discusión por una plaza de Libertadores.

Su propia irregularidad lo “condenó” a este presente. Pero la irregularidad del resto también le permitirá llegar a la última fecha con chances de meterse en la Sudamericana. Y el objetivo, claro está, es no quedarse otra vez a las puertas del certamen internacional.

“En este torneo no nos puede pasar lo mismo que el año pasado. Lo vamos a pelear hasta el final y trataremos de clasificarnos”, aseguró Nicolás Romero, el impensado goleador que volcó la balanza a favor de Atlético en “El Bosque”.

La tarea no está terminada, el próximo escollo será Huracán. “Yo creo en este equipo, si entramos como hoy (por el viernes), el partido será a nuestro favor”, dijo en referencia al próximo choque en el José Fierro, todavía en fecha a confirmar.

“Ojalá que terminemos con una alegría después de un año tan duro”. Palabra de Pereyra, miel para los oídos de los “decanos”.