Falta un mes para que la Argentina tenga un nuevo presidente de la Nación. En poco más de una semana se conocerá el nombre del nuevo jefe de Estado. ¿Será Sergio Massa? ¿Será Javier Milei? La sociedad llega al cierre de este 2023 prácticamente bajo el hartazgo que le ha causado la política. Al menos eso es lo que se expresa públicamente, pero, en el fondo, hay ansiedad para saber más qué harán los candidatos con un país cargado de desequilibrios macroeconómicos sin estabilidad cambiaria, mucho menos en los precios. Por eso, por ejemplo, el debate de los vicepresidenciables ha tenido el miércoles un pico de rating de 8,9 puntos en un canal de cable, con una viralización ascendente en las redes sociales.

Sergio Berensztein, director de la consultora que lleva su apellido, señala a LA GACETA que el debate de mañana se dará en un contexto extraño, porque en la calle la gente no muestra entusiasmo por la política militante, pero sí hay una demanda comunicacional de la sociedad que naturalmente, luego, impacta con fuerza en las redes sociales. “Frente a un escenario de virtual empate, es más divertido lo que la gente dice del debate que el debate en sí mismo. Pero tanto Massa como Milei tienen que centrar su accionar en convencer a los indecisos de que es necesario de que vayan a votar el domingo 19”, indica el doctor en Ciencia Política. Según el analista, hay tres aspectos centrales que tornan más atractivo el debate de mañana respecto del organizado en Santiago del Estero o en la Universidad de Buenos Aires.

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• Los participantes son dos y no cinco. Esto quiere decir que tienen más tiempo para exponer.

• Al haber más exposición pública, mayor es el riesgo de que alguno de los candidatos “meta la pata” en sus exposiciones.

• Es un formato diferente a los anteriores, con mayor flexibilidad para repreguntar.

Según Berensztein, más que mirar quién ganó o quién perdió, la clave es analizar el impacto del debate en los nichos críticos de votantes. “Convenciendo al 1% de esa masa de votantes puede convertir a cualquiera de los dos en Presidente. Por eso es probable que en el debate tengan que arriesgar”, considera. Y acota: “esta circunstancia de virtual empate obliga a los candidatos a ser prudentes y no salirse del eje discursivo. Tal vez arriesguen un poquito más, pero nunca demasiado, porque ambos sienten que están en condiciones de ganar”.

Cristian Buttié, analista político, afirma por su parte que la sociedad tienen enfrente a dos modelos dicotómicos en el que un tercio del electorado debe definir su voto. En ese contexto, “tanto Milei como Massa tienen poco margen para el error. El ministro de Economía, en su exposición, tiene que salir a justificar una gestión de la que es parte, lo que es su Talón de Aquiles, esa mala imagen de la gestión nacional. Milei, en tanto, tendrá que salir a pescar en la pecera de Patricia Bullrich, lo que puede llevarlo hacia una postura de mayor cordura en el discurso que ha venido construyendo con el fin de captar esos votantes”, sostiene. En ese aspecto, el consultor agrega que “una declaración desafortunada tal vez no golpee en el núcleo duro de votantes, pero sí en el votante apático e indeciso”. De allí que Massa haya hecho eje en sus críticas a Milei por lo que llama la inestabilidad del candidato o un salto al vacío si se lo vota.

Gustavo Córdoba, director de Zuban Córdoba y Asociados, recuerda que comparte la visión de algunos de sus pares, como Mario Riorda, en eso de que las campañas electorales tradicionales han muerto, porque han perdido eficacia. Por esa razón, en general, los debates electorales no aportan cambios al estar insertos en aquellas campañas. Sin embargo, Córdoba advierte que el debate de mañana cobra importancia por el contexto de incertidumbre que se vive y, en ese aspecto, habrá que ver la capacidad de los postulantes para aprovechar la oportunidad que esta compulsa le brinda para hablarle a los electores que aún no definieron su voto. “Hoy llama la atención más el debate del debate, es decir, todo lo posterior al enfrentamiento de candidatos, sea a través de memes en los contenidos digitales o la generación de spot para la recta final, algo que ambos equipos de campaña estarán muy atentos”, plantea el analista.

Frente al cambio en las reglas de juego respecto de las anteriores convocatorias, Córdoba cree que “será más atractivo este debate como show político”, pero es prudente en sostener que puede significar una modificación en la intención de voto. “En principio, no hay tanta expectativa de que Massa aporte algo nuevo, porque es un veterano en los debates presidenciales, pero Milei, en cambio, está más expuesto a cometer errores o a exponer situaciones que disparen alguna reacción emocional”, expresa.

La incertidumbre por la situación económica y la falta de medidas que combatan la inflación y estabilicen al dólar modifica el humor electoral a la sociedad. Aníbal Urios, director de DC Consultores, señala en ese aspecto que “la opinión pública es como un adolescente, para el que todo es urgente y necesario y no confía en nada”. “Sacando el fanatismo del medio, la mayoría de los electores puede llegar al debate con el voto a alguno de los dos candidatos, pero no es firme, porque a la menor duda puede correrse para un lado o para el otro”, advierte el analista político. Por esa razón, Urios considera que es fundamental que los candidatos “concentren su inteligencia en lo que van a hacer y hacia dónde quieren llevar al país, porque si se ponen a pelear y a criticarse, harán papelones. Nadie quiere que le digan quiénes son, porque ya lo tienen claro, sino hacia dónde quieren ir”, finaliza.