La clave para que los municipios abandonen de manera no traumática el pacto social radica en la progresividad. Los intendentes de la oposición -Paula Quiles (Bella Vista), Alejandro Molinuevo (Concepción) y Pablo Macchiarola (Yerba Buena)- se mostraron conformes con la idea; pero subrayaron la necesidad de que se dé en forma escalonada. Si no, el cambio de modus operandi podría lesionar severamente las arcas municipales. La tríada también coincide en que los recursos coparticipables se deberían distribuir de manera equitativa.
“Junto con Macchiarola, mantuvimos una reunión con el gobernador, Osvaldo Jaldo, de la que participaron también nuestros antecesores, Sebastián Salazar (Bella Vista) y Mariano Campero (Yerba Buena). Primero se abordó la refinanciación de la deuda; y el objetivo central de todos -que será muy positivo- es la salida del pacto social”, dijo Quiles.
Añadió que en el mitin destacaron que se deben fijar pautas a corto, a mediano y a largo plazo. Consideró que en lo inmediato se debe fijar un régimen equitativo de distribución de los recursos coparticipables, que permita el normal funcionamiento de los municipios.
“Cuando se sancionaron las leyes de coparticipación, un intendente se dedicaba a cambiar un foco, a tapar algunos baches y a mantener espacios públicos. Hoy los intendentes tenemos muchas más responsabilidades, con los mismos recursos de la década del 90. Hoy los municipios se hacen cargo de salud, de educación, de seguridad”, afirmó la intendenta.
Consideró que se debería crear una comisión que trabaje en modificar el esquema de coparticipación por uno que busque fortalecer los Gobiernos locales, como lo marca la tendencia internacional.
“Esperamos tener una relación institucional madura. Vimos mucha predisposición por parte del Gobierno. Nos genera mucha expectativa que el gobernador haya sido intendente; y no me cabe duda de que su mirada siempre estará puesta en fortalecer los Gobiernos locales. Y para eso necesitamos un nuevo régimen de coparticipación, que remplace ese régimen arcaico de hace más de 40 años”, destacó. Y recordó que los municipios no se financian solo mediante la recaudación local, sino también por lo que les corresponde por coparticipación nacional y provincial.
Molinuevo remarcó que desde que asumió -diciembre de 2021, para completar el mandato que dejó Roberto Sánchez para asumir como diputado- mantiene una relación institucional correcta y respetuosa con el Gobierno. Contó que en una reunión, Jaldo les contó de su decisión de avanzar progresivamente en la conclusión del pacto social, para que las Municipalidades logren la autonomía consagrada en la Constitución. “Le manifesté la conveniencia de reformar las leyes de coparticipación, algo que venimos reclamando por vía administrativa y judicial, de manera tal que a cada municipio le llegue ‘por goteo’ un porcentaje mayor”, señaló.
Dijo que hoy reciben un 13%, cuando la media de otras provincias ronda un 20%. “Se deben coparticipar todos los impuestos nacionales y provinciales, incluyendo Ingresos Brutos, que supera holgadamente el fondo de desarrollo del interior, que podría derogarse”, puntualizó.
Consideró que si se modifica la norma, el Gobierno podrá desprenderse de los municipios, y solo asistirlos ante eventualidades o ante situaciones concretas. “Y los intendentes deberemos administrar responsablemente los fondos y optimizar los servicios locales para lograr una recaudación razonable por administración, sin tener que aumentar demasiado las tasas municipales”, dijo.
“En la relación pospacto social entre el Gobierno y los municipios debe haber una estrategia de corto, de mediano y de largo plazo. En el corto plazo, imagino una relación de cooperación, de ayuda por parte de la Provincia”, estimó Macchiarola.
Contó que hoy Yerba Buena recibe un 3% de la “torta” coparticipable, cuando es la segunda ciudad de Tucumán con más habitantes. “Esa ley tiene casi 30 años; en ese entonces, Yerba Buena ocupaba el puesto 14°. A raíz de su crecimiento demográfico, hoy debería ser un municipio de primera categoría; y es de segunda. Por eso, en el corto plazo deberíamos continuar con asistencia por parte del Gobierno”, subrayó el radical.
Para el largo plazo, propuso ir a la cuestión de fondo: una nueva ley de coparticipación. “Nuestra ciudad debe ser un municipio de primera y, por tanto, recibir más de la ‘torta’. Y en esa discusión hay que hablar de los impuestos que no coparticipa la provincia”, destacó Macchiarola.
Precisó que el promedio nacional de coparticipación de Ingresos Brutos oscila un 20%, y remarcó que en Tucumán se coparticipa un 13%, pero que en ello está incluido el Fondo Federal de Inversión.
Más allá de este debate, el intendente consideró que todos los municipios y las comunas de la provincia deberán aumentar las tasas. “Simplemente para correr al lado de la inflación, que llega al 140% anual”, recordó.
Finalmente, compartió un estudio comparativo que hizo con su equipo. “Nuestra aspiración es que todos los tucumanos reciban una cantidad similar de fondos. Si tomamos recursos coparticipables y los no coparticipables, hoy eso no ocurre. Por votante -partimos del padrón electoral-, Yerba Buena recibe $ 37.811,43. Simoca recibe $ 251.316,29; Burruyacú, $ 840.333; Graneros, $ 820.376,20; Trancas, $ 303.357, y Tafí del Valle, $ 453.128”, expuso Macchiarola.