Los desequilibrios macroeconómicos siguen debajo de la alfombra. La segunda vuelta electoral del domingo 19 definirá quién se encargará de tomar el timón de un barco que sigue a la deriva en el que la tripulación sólo atina a tomar medidas coyunturales, sin poder atacar las consecuencias de fondo. El buque tiene agujeros fiscales y cambiarios tan profundos que necesita soluciones de fondo para que no se hunda. Tanto Sergio Massa como Javier Milei, los dos candidatos presidenciales que pugnarán dentro de dos domingos, saben que el ajuste macrofiscal es inevitable, tal como lo advirtió ayer la calificadora de riesgos Moody´s en su  un informe sobre la  Argentina.

El diagnóstico de la consultora analiza que la incertidumbre política es muy alta “incluso para un país acostumbrado a la volatilidad financiera y políticas desordenadas”, debido a las visiones contrapuestas entre Massa y Milei. Y, en ese sentido, viene uno de los grandes dilemas de la sociedad: hasta qué punto los argentinos estarán dispuestos a aceptar un cambio drástico de políticas y quién será el encargado de llevarlas a la práctica. Moddys la resumió de la siguiente manera en su reporte: “los argentinos tendrán que elegir entre dos difíciles opciones: respaldar, por un lado, los fuertes ajustes macrofiscales de Milei; o por otro, la postura política poco ortodoxa de Massa que, sin embargo, exacerba las distorsiones macroeconómicas”.

El resultado del balotaje determinará si la economía deberá enfrentar un período prolongado de deterioro gradual, ya sea bajo el gobierno de Sergio Massa, que adoptará medidas correctivas graduales para evitar la agitación política y social, pero que en última instancia retrasaría los fuertes ajustes que son necesarios para abordar el recalentamiento de la economía, o el gobierno de Javier Milei,  en el que hacen hincapié en que “se verá limitado por desafíos de gobernabilidad que obstaculizarán su ambiciosa agenda de reformas”.

En cuanto a las propuestas del candidato libertario Moody´s las define como “medidas contundentes que serían eficaces para abordar los desequilibrios y eliminar las distorsiones macroeconómicas, pero implicarían un fuerte y profundo ajuste económico y una repentina caída de la demanda interna”. Lo que si advierte la calificadora es que a pesar de las políticas opuestas, ambas opciones incrementan el riesgo de que se produzca un evento crediticio en 2024-2025, debido a las muy limitadas reservas de divisas y la contracción económica. En otras palabras, si la Argentina tiene el riesgo de caer en el noveno default. ¿Cuál es el argumento? Un bono soberano argentino cotiza U$S 30 por cada U$S 100, lo que implica un elevado riesgo de reestructuración de la deuda.

En el mercado hacen análisis de situación si es que Massa llega a la Presidencia o si, por el contrario, es Milei el que le toca dirigir los destinos de la Argentina.

Con un stock de reservas netas negativo rozando U$S 10.000 millones y servicios de deuda en moneda extranjera por casi U$S 6.600 millones en los próximos tres meses y una brecha de tres dígitos, el próximo presidente no podrá esquivar la corrección cambiaria, plantea Equilibra, Centro de Estudios Económicos.  

¿Cómo podría ser el ajuste cambiario bajo una potencial presidencia de Massa? Según la consultora, esto se encararía con una profundización del desdoblamiento cambiario formal. Hoy el dólar oficial (Comunicación “A” 3500 BCRA) ya sólo aplica para algunas importaciones y ajustes de instrumentos financieros, observa. Equilibra detalla que la totalidad de las exportaciones se están liquidando actualmente a un tipo de cambio de $ 510 (70% de la cotización del mercado único cambiario y 30% del Contado con Liquidación), un 45% por encima del dólar oficial. Medido en términos reales, el dólar exportador es un 6% más competitivo que el dólar oficial pos-PASO (niveles de “equilibrio” según el FMI). A su vez, el tipo de cambio importador para bienes es de $ 370 en promedio, y el de servicios de $ 425 (contemplando sólo impuesto PAIS) y/o $ 516 (más percepciones). Sólo por el cobro del impuesto PAIS, el dólar para importaciones estaría 8% por encima del dólar oficial y 20% apreciado frente al tipo de cambio oficial real posPASO, puntualiza.

¿Cómo podría ser el ajuste cambiario bajo una potencial presidencia de Milei? En este sentido, Equilibra sostiene que el candidato libertario podría avanzar con una rápida remoción de las restricciones cambiarias (similar a la aplicada por Mauricio Macri a fines de 2015). Podría lograr la unificación cambiaria, pero a costa un fogonazo inflacionario con fuerte deterioro socioeconómico, alerta.

El gran escollo

Respecto del plan dolarizador de Milei, Moddy´s se pone el foco en que el mayor escollo lo tendrá en las exiguas reservas del BCRA. Además, a pesar de la firme voluntad de adoptar fuertes ajustes, como la adopción del dólar como moneda oficial, el apoyo político de Milei en el Congreso sería limitado, especialmente en lo que respecta a las medidas que generan malestar económico.

Otro de los puntos que menciona el informe de la calificadora es la certeza de que habrá cambios de tarifas y subsidios en los servicios públicos. En el caso de las empresas de servicios públicos, en cualquiera de los dos escenarios electorales, es probable que los candidatos impulsen un aumento nominal de las tarifas para reducir los déficits, aunque la inflación y la perdida de poder adquisitivo en general de la población dificultarían la implementación y existe cierta preocupación en torno a la capacidad de pago de los clientes, lo que dificultará cualquier cambio estructural.