ROMA, Italia.- El Papa Francisco dijo que no hay verdaderos ganadores en ninguna guerra, en medio de una visita a un cementerio militar de la Segunda Guerra Mundial, con los conflictos en Oriente Medio y Ucrania en su mente.
Francisco utilizó una silla de ruedas en el cementerio de la Commonwealth de Roma para pasar junto a las lápidas y depositar flores durante una visita en el Día de Todos los Santos, cuando la Iglesia Católica Apostólica Romana conmemora a todos los que han muerto.
Guerra Israel-Hamas: ataque aéreo sobre un campo de refugiados“Las guerras son siempre una derrota, siempre. No hay victoria total, no. Sí, uno gana al otro, pero detrás siempre está la derrota del precio pagado”, dijo en una homilía improvisada durante una misa en el cementerio a la que asistieron varios embajadores de países de la Commonwealth.
Francisco ha pedido un alto el fuego en Gaza y la creación de corredores humanitarios que ayuden a aliviar el sufrimiento de sus asediados habitantes.
También ha pedido una solución de dos Estados para el conflicto de Medio Oriente, ha dicho que Israel tiene derecho a defenderse de los ataques y ha condenado el aumento del antisemitismo en todo el mundo.
Última advertencia: Israel volvió a pedir a los civiles de Gaza que abandonen la ciudad por su seguridadBajo una lluvia intermitente, Francisco, de 86 años, permaneció de pie durante la misa más tiempo que en más de un año, lo que indica que su dolencia de rodilla puede estar dándole ahora menos problemas.
El cementerio, en una zona de Roma que fue escenario de combates callejeros durante la Segunda Guerra Mundial, es el lugar de descanso final de unos 425 soldados británicos y de sus antiguas colonias que murieron luchando en Italia.
Francisco habló de la tragedia de la guerra
“Me gustaría centrarme en algo que me pasó al entrar. Miré la edad de estos caídos. La mayoría tiene entre 20 y 30 años. Vidas truncadas, vidas sin futuro”, dijo.
“Y pensé en los padres, en las madres que recibieron esa carta: “Señora, tengo el honor de decirle que tiene un hijo héroe”. ‘¡Sí, héroe, pero me lo quitaron!’”. Tantas lágrimas en esas vidas cortadas”, afirmó. “También hoy sucede lo mismo: muchos jóvenes y ya no tan jóvenes. En las guerras del mundo, incluso en las más cercanas a nosotros, en Europa y más allá: ¡cuántas muertes!”. (Reuters)