Más allá de la pandemia de covid-19 es necesario hacer de la higiene de manos un hábito sostenido. “Las manos son de los vehículos más habituales en los que se desplazan las bacterias de un lugar a otro. Podemos trasladarlas a los alimentos, superficies u objetos (mamadera, chupete, juguetes o directo a la boca), tanto cuando vamos al baño o al manipular carne cruda, huevos y verdura o fruta sin lavar”, explica la doctora Valeria El Haj, directora médica de la obra social Ospedyc. Por eso, lavarse las manos puede: reducir las enfermedades diarreicas en un 30% y las infecciones respiratorias agudas en un 20%.; prevenir patologías transmitidas por alimentos, como el síndrome urémico hemolítico, la shigelosis y la salmonelosis, entre otras, y protege contra las infecciones asociadas al cuidado de la salud.

Hay que lavarse las manos antes y después de: manipular alimentos, comer o beber, amamantar o cambiar pañales. También después de: haber tocado superficies expuestas a muchas personas, toser, estornudar o sonarse la nariz, tocar a un animal, alimentos o excrementos de animales, tocar desperdicios y usar el baño.

En cuanto a los pasos para el lavado de manos, estos son: mojarse las manos con agua corriente limpia (tibia o fría), cerrar la canilla y enjabonarse las manos.

Luego, frotarse las manos con el jabón hasta que haga espuma. Frotarse la espuma por todas las áreas de las manos (palmas, dorso, entre los dedos y debajo de las uñas) durante al menos 20 segundos para eliminar los gérmenes y productos químicos nocivos de las manos.

Después enjuagarse bien las manos con agua corriente limpia y por último, secarlas bien con una toalla limpia o al aire.

Protección

Lavarse las manos evita la propagación de muchos tipos de infecciones y enfermedades, ya que los gérmenes a menudo se diseminan cuando una persona toca algo que está contaminado y luego, se toca los ojos, la nariz o la boca. Por esta razón, las manos limpias pueden evitar que los microbios pasen de una persona a otra y, por ende, a toda la comunidad.

“Si hay algo que nos ha enseñado la pandemia de covid-19 es lo importante que resulta lavarse las manos para evitar la propagación de patologías”, desarrolla El Haj.

Por otra parte, si no se dispone inmediatamente de agua y jabón, se puede usar un desinfectante de manos que contenga al menos un 60% de alcohol. De todas maneras, lavarse las manos con agua y jabón es la mejor forma de remover los microbios porque en la mayoría de las situaciones, se destruyen físicamente los gérmenes y se eliminan los mismos y las sustancias químicas de la piel.