La avena es uno de los cereales más recomendados por los nutricionistas. Este alimento no puede faltar en las dietas de las personas que desean bajar de peso o aumentar masa muscular. En este marco, los especialistas brindan diversas recetas para incluirla y una de ellas es el bizcochuelo.

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Elaborado a partir de alimentos frescos, el bizcochuelo de avena aporta gran cantidad de nutrientes esenciales. Además, es sencillo de elaborar, sobre todo si seguís la receta que te presentamos a continuación.

Ingredientes del bizcochuelo de avena

Para preparar un exquisito bizcocho de avena, serán necesarios los siguientes ingredientes:

- 50 gramos de harina de avena.

- 10 gramos de copos de avena.

- 60 gramos de harina integral.

- 30 gramos de harina 000.

- Ocho gramos de polvo para hornear.

- Una pizca de sal.

- Una cucharadita de orégano.

- Una cucharadita sopera de queso rallado.

- Media cucharadita de cúrcuma.

- Una pizca de pimienta negra.

- 75 centímetros cúbicos de agua.

- Una cucharada sopera de aceite.

- Una cucharada sopera de queso crema.

La harina de avena se puede conseguir con sabores, pero para esta receta lo mejor es optar por una neutra. Al llevar especias y queso, utilizar un producto con edulcorantes y un excesivo sabor dulce podría estropear el resultado final.

El bizcochuelo de avena aporta numerosos beneficios.

Cómo preparar el bizcochuelo de avena

1. Mezclá los ingredientes secos en un recipiente.

2. Una vez integrados, colocalos sobre una superficie de trabajo y hace un hueco en el centro.

3. Vierte los ingredientes líquidos, el queso crema, el aceite y el agua en el hueco. Trabaja con las manos hasta conseguir una masa homogénea y que no sea pegajosa.

4. Con la ayuda de un rodillo, estira hasta conseguir un resultado de un centímetro de alto.

5. Dobla la masa hacia el centro y volvé a estirar. El objetivo es que el grosor final sea de dos centímetros más o menos.

6. Una vez que está lista, debes cortar varios trozos para formar bizcochitos más pequeños. Se pueden dejar en forma de cuadrados.

7. Colócalos en una fuente para horno previamente engrasada y cocinalos durante 15 minutos a 200 grados centígrados con calor por ambas caras.

8. Se pueden acompañar con una infusión para disfrutarlos al máximo. Son lo mejor para el desayuno, ya que permitirán comenzar el día con energía.

Beneficios del bizcochuelo de avena

La inclusión del bizcochuelo de avena en el contexto de una dieta variada y equilibrada genera una serie de beneficios para la salud. No solo se puede preparar del modo señalado, sino que existen otras muchas recetas con un gusto final dulce que resultan también óptimas.

Aporta energía de calidad: la avena cuenta con carbohidratos complejos en su interior, nutrientes necesarios para los deportistas. Estos favorecen la realización de actividades de alta intensidad con un nivel de eficiencia elevado. De hecho, es clave que se consuman antes y después, ya que facilitan la recuperación.

Eso sí, cuando los glúcidos se consumen de forma posterior a la actividad física conviene combinarlos con una fuente de proteína de alto valor biológico. De este modo, se estimula la síntesis del glucógeno perdido, tal y como evidencia una investigación publicada en la revista Nutrients.

Mejora el tránsito intestinal: la avena contiene, también, fibra. Esta sustancia contribuye a mejorar el tránsito intestinal, ya que incrementa el volumen del bolo fecal y la estimulación de los mecanorreceptores del tubo digestivo. Así lo afirma un estudio publicado en la revista Nature Reviews.

Además, es realmente importante alcanzar un consumo de al menos 25 gramos de fibra diarios para conseguir prevenir el desarrollo de patologías intestinales. Existen evidencias de que esta recomendación resulta efectiva para reducir la incidencia del cáncer de colon, entre otros problemas complejos.

Ayuda a perder peso: el bizcochuelo de avena como tal no hará que pierdas peso de manera milagrosa, pero sí puede influir sobre los niveles de saciedad. Al suprimir el apetito, será menos probable que se realice una ingesta superior a la necesaria, lo que supondría un factor de riesgo para el desarrollo del sobrepeso.

Hay que tener en cuenta que muchas de las personas que tienden a la acumulación de grasa en el tejido subcutáneo cuentan con verdaderos problemas a la hora de optimizar el binomio apetito-saciedad. Es necesario actuar sobre el mismo por medio del consumo de alimentos que contengan fibra y que sean capaces de hacer más lenta la digestión.