El oficial Facundo Edgardo Lencina (24 años) afronta una doble acusación por las tres muertes que causó en el tiroteo registrado en avenida Las América y Perú. Así lo resolvió la jueza Cinthia Lorena Rocha que aceptó que se lo acusara de homicidio por exceso en la legítima defensa y homicidio culposo . Las querellas no se opusieron a la formulación de cargos, aunque aclararon que aportarán las pruebas para que se le endilguen delitos más graves.

La auxiliar Luz Becerra reconoció que José Alberto Gallardo (23) y Cristian Legname (29) habían asaltado a Lencina utilizando una réplica de arma de fuego. También confirmó que se identificó como policía y que disparó al ver que su vida estaba en peligro. “No se puede negar que el imputado nunca estuvo en condiciones de determinar que no se trataba de un arma real. Lo que se cuestiona es que los 12 disparos que realizó es una reacción desproporcionada”, explicó a la hora de formular la acusación.

La representante del Ministerio Público Fiscal sustentó sus dichos citando varias declaraciones de los testigos. Todos coincidieron en señalar que los asaltantes sólo hicieron amagues de que gatillarían el arma y que Lencina realizó numerosos disparos cuando los jóvenes se estaban marchando del lugar. La hermana de Lucas Delgado (21), el joven que perdió la vida al quedar en el medio de la balacera, señaló que “le efectuó cuatro disparos a uno de los chicos que estaba en el suelo”. Esas palabras no fueron ratificadas por los otros testigos.

Durante la audiencia, la acusadora disparó una frase que puede ser clave en el transcurso del proceso: “Al no haber recibido ningún disparo por parte de Gallardo y Legname, hay una necesidad de defenderse, pero también entendemos que hay una desproporción en cuanto a la cantidad de disparos que realiza. Eso va en conexión con su calidad de empleado policial. No es lo mismo una persona común que no tiene un cargo policial, que alguien que ha recibido las instrucciones y capacitaciones específicas sobre el uso de un arma de fuego”.

Los representantes legales de los asaltantes, Aníbal Paz y Claudia López, no compartieron esa acusación. Ambos profesionales señalaron que presentarán pruebas para demostrar que están ante un caso de homicidio agravado. “Hubo una ejecución. No tenía necesidad de realizar tantos disparos que terminaron matando a ellos y a un inocente que caminaba por lugar”, argumentó Paz.

El homicidio en exceso de la legítima defensa contempla una pena de entre uno y cinco años. En tanto que si prosperara la acusación de los querellantes por homicidio agravado, el oficial de policía podría recibir una pena de entre ocho y 25 años.

El otro hecho

La auxiliar también confirmó que, según las pericias que se realizaron hasta el momento, se confirmó que los disparos que realizó iban dirigidos a Gallardo y Legname. “Lamentablemente uno de ellos terminó impactando en Lucas, que estaba haciendo ejercicio en la platabanda”, destacó. “Es lo que en la doctrina se conoce como muerte por error”, explicó Becerra al confirmar que pediría que se lo impute por homicidio culposo por el uso de arma de fuego, delito que contempla una pena de entre uno y seis años y ocho meses.

José Galip, que representa la querella de la familia Delgado no compartió el criterio de la fiscalía. Indicó que solicitará que se lo acuse de homicidio con dolo eventual, que contempla una pena de 8 a 25 años. “Lencina tiene varios años en la fuerza e hizo 12 tiros en un lugar concurrido sin que nadie le disparara; con su experiencia debía prever este final”, argumentó.

El defensor, Augusto Avellaneda, solicitó que de la acusación fiscal solo se retiraran algunos agravantes. Finalmente prevaleció la formulación de cargos que hizo la auxiliar Becerra. Si avanza su estrategia, el policía podría recibir condenas de cumplimiento condicional, pero no podría seguir prestando servicio en la fuerza.