Aprender a usar el celular requiere mucho más que entender las funciones del aparato tecnológico. Hay ciertas reglas de etiqueta para usar el teléfono. Si bien no todas están escritas, es un protocolo que habla de nosotros, especialmente en tiempos en que el móvil se ha vuelto protagonista de todos los espacios de la vida cotidiana.

Hay otro punto: esas reglas van cambiando todo el tiempo al compás de los avances tecnológicos y, ante ello, hay personas que se sienten desactualizadas y no saben qué hacer. Algunas prácticas se ven como vergonzosas; por ejemplo, usar el altavoz. Y algo que empezó a ser mal visto ahora: hablar por teléfono sin antes haber enviado un mensaje avisando sobre esa llamada.

Consultamos con expertas en etiqueta y protocolo. Según las especialistas, las reglas varían en función de la edad, de la relación entre los interlocutores, y del contexto de la llamada. Cuanto más cercano es el vínculo, menos reglas hay.

Patricia Jurado, especialista en ceremonial, protocolo y organización de eventos, y Helena Gordillo, técnica superior en Ceremonial, Protocolo y Organización de Eventos e integrante del equipo de Ceremonial y Protocolo del Rectorado de la UNT, explican que es cada vez más importante cómo uno se comporta con el celular. Con ellas armamos esta guía sobre el uso del móvil.

Mensaje antes de llamar

“En la actualidad, es común enviar un mensaje de texto antes de llamar, especialmente si no se tiene una relación cercana con la persona. Esto permite que el interlocutor pueda responder cuando le sea conveniente. Preguntarle a la otra persona en qué horarios le conviene que la llamemos es considerado de buena educación. Esto muestra respeto por su tiempo y agenda”, sostiene Gordillo.

Además, según la profesional, si necesitamos hablar de un tema específico, es recomendable mencionarlo en el mensaje previo. Esto permite que la otra persona esté preparada y pueda responder de manera más efectiva.

“Si debo comunicarme con una persona que no conozco la llamo en horario prudencial (horarios laborales). Si no me responde, puedo tomarme la atribución de enviar un mensaje de texto saludando y presentándome correctamente y anticipando el motivo de la llamada. Además, es correcto preguntar en qué horario se puede llamar”, añade Jurado.

Videollamadas

Pescar a alguien por video de improviso puede ser una situación incómoda para ambas partes. Así que siempre es bueno avisar antes de hacer una videollamada.

Según Gordillo, es importante tener prudencia y considerar el entorno en el que nos encontramos para realizar una comunicación de este tipo. “Si estamos en un lugar público o en presencia de otras personas, es necesario asegurarnos de que no estamos invadiendo la privacidad de los demás”, resaltó.

“Hay que ser muy cuidadosos. La videollamada es una herramienta que sólo se utiliza cuando se acuerda entre partes el porqué van a elegir esa manera de comunicarse, mucho más desde lo laboral y profesional, y normalmente cuando esas personas están lejos. En el ámbito personal, pienso lo mismo y es correcto coordinar horarios. Queda poco descortés que en horario laboral, o en una reunión me hagan una videollamada. Aparte, fundamentalmente por respeto a la privacidad de la persona”, añade Jurado.

Los audios Para las nuevas generaciones, nada más odioso que un audio largo (más de un minuto). O también el que solo se utiliza para decir “hola”. “Enviar audios muy largos puede considerarse una falta de respeto, ya que puede ser incómodo para la otra persona tener que escuchar un mensaje extenso. Es recomendable ser conciso y claro en los mensajes de voz”, sostiene Gordillo. Otro punto es cómo escuchamos los audios en sitios donde hay más personas. Usar el altavoz en público es considerado de mala educación. Ya sea una llamada normal, una videollamada o un audio, hay que calzarse los auriculares o aguantarse y escuchar más tarde ese mensaje.

¿Obligados a atender?

Si estamos en un lugar público, como un bar, y atendemos una llamada, es mejor hablar desde la calle. Y si estamos en medio de una reunión, lo más conveniente es rechazar la llamada y comunicarnos cuando nos desocupemos.

Pero aquí hay un detalle fundamental: nadie está obligado a atender el teléfono por el simple hecho de que lo llamen, según las nuevas reglas de etiqueta.

Esta situación también cambia el panorama del otro lado del teléfono. ¿Qué hacemos si llamamos a alguien y no nos atienden? No es necesario volver a llamar de inmediato, a menos que sea una emergencia. Es mejor esperar un tiempo prudencial y, en todo caso, dejar un mensaje, recomienda Gordillo.

En reunión Algo que no pasa de moda es la mala educación que significa estar reunido con alguien y usar el celular, según la experta. “Es importante dar prioridad a la persona con la que estamos interactuando y evitar distracciones innecesarias. Aunque podría haber excepciones, cuando es un llamado muy urgente, y la persona con amabilidad pide disculpas y atiende”, resalta.

Para Patricia Jurado, es una falta total de respeto estar pendiente del móvil y mensajeando en una reunión del ámbito personal y del ámbito laboral y profesional. El primer paso es poner en silencio el teléfono, sugiere.

“No hay cosa más desagradable estar reunido con alguien que tiene la atención puesta en un teléfono y no mira a los ojos a su interlocutor”, remarca. “Si la persona tiene una cuestión de urgencia, pide permiso y se retira para hablar desde otro espacio físico, depende de la situación”, opinó.

A las redes con permiso

“Otra falta de respeto tomarse la atribución de sacar fotos e inmediatamente publicarlas en la redes sociales. Con ese tema también hay que ser muy cautos. Debo consultar previamente, porque no sé si las personas reunidas están de acuerdo”, especifica Jurado.

Emociones y hechos

Hay muchos temas y situaciones que no necesitan una charla telefónica. Sin embargo, hay cuestiones que sí o sí aún necesitan de una llamada.

Según especialistas, aquellos asuntos que involucran emociones y opiniones, comentarios de intimidades y discusiones deben resolverse con una llamada. En cambio, los temas poco profundos, la coordinación de un encuentro o las novedades de algo que ya se comentó pueden ir bien en un mensaje de WhatsApp.

Aunque para muchas personas escribir un texto y mandarlo sea una gran solución, ya que hablar les incomoda, a la hora de la comunicación la llamada es mucho más efectiva, concluyen.