Sólo un argentino en toda la historia logró alcanzar la presidencia de la Federación Internacional de Básquetbol (FIBA). Horacio Muratore logró llegar a la cima tras una larga y ascendente trayectoria que había comenzado en calle Suipacha al 1100, en Tucumán BB, el club de sus amores.
Toda su obra está plasmada en “Una vida por el basquetbol”, el libro que presentará hoy a las 20, en el Teatro Manuel Belgrano, del Colegio de Graduados en Ciencias Económicas (Cristóstomo Álvarez al 700).
“Es algo que siempre tuve en mente pero, por algunos problemas, lo venía postergando. Un día vino el secretario general de la FIBA y me dijo que no podíamos dejar toda mi experiencia en el aire; que no hay mucha gente como yo que se haya iniciado en comisiones de un club, y que haya hecho paso a paso toda la pirámide. Por eso querían editar este libro. Hicieron una licitación con todos aquellos periodistas argentinos y no argentinos que trabajaban con la FIBA durante la región, y ganó Fabián García de BásquetPlus”, detalla Muratore.
¿Con qué se encontrarán los lectores? Con los más de 40 años de trayectoria de Muratore que, como mencionó anteriormente, incluyeron pasos por prácticamente todos los ámbitos: presidencia de un club, presidencia de la Federación Tucumana, de la Confederación Argentina (CAB), de la Confederación Sudamericana, de FIBA Américas y finalmente, tras ser vicepresidente, su mandato al frente de la FIBA entre 2014 y 2019.
“Cuenta toda mi historia en el básquet; e incluso un poquito más allá. Desde que mis abuelos llegaron desde Italia; cómo vinieron, y adónde fueron. Ellos vivían al frente de Tucumán BB”, cuenta el dirigente. Claro; su relación con el básquet, igual que el libro, comenzó antes de su nacimiento.
Tras pasar por la presidencia de FIBA entre 2014 y 2019, como suele suceder en la entidad madre del básquet, Muratore pasó a ser presidente de la Fundación FIBA; tarea que dejará este año, ya que será reemplazado por el presidente saliente de la FIBA, el maliense Hamane Niang.
Según él mismo asegura, estos últimos cuatro años fueron para el recuerdo. “Fueron cuatro años espectaculares. Trabajamos con los chicos, fomentamos el básquet de mujeres, la modalidad nueva de 3vs3; fuimos a varios lugares donde había impactos sociales muy grandes, y ayudamos a las federaciones a trabajar con eso”, enumeró.
¿Este será el final de su carrera como dirigente? No todavía. Según confirma en diálogo con LA GACETA, continuará como presidente honorario de la FIBA, y también estará al frente de la Basketball Champions League de las Américas, competencia surgida en 2019 para reemplazar a la Liga de las Américas y que junta a los mejores equipos del continente.
Muratore fue casi una especie de rey Midas para el basquetbol nacional; un acostumbrado a los éxitos de la Selección.
Durante su presidencia en la Confederación (entre 1992 y 2008), Muratore vio surgir a la Generación Dorada, equipo con nombres como Emanuel “Manu” Ginóbili, Luis Scola, Andrés “Chapu” Nocioni, Fabricio Oberto, entre otros, que terminaría logrando el oro olímpico en Atenas 2004, y un subcampeonato mundial en Indianápolis 2002.
“Esa generación no creo que la volvamos a tener nunca más. Fue una cosa de locos; es increíble lo que hicieron, lo que lograron para Argentina, para el básquet”, afirma.
Pero el presente es otro, casi diametralmente opuesto: tras el subcampeonato mundial en China 2019, Argentina no logró clasificar al Mundial de este año, ni a los Juegos Olímpicos de París 2024.
Blanco de las críticas por esta situación fue la actual gestión de la CAB, encabezada por Fabián Borro. Aunque, para Muratore, la no clasificación “fue mala suerte”. Pero también encontró la explicación en que varias de las figuras del seleccionado nacional no fueron cedidas por sus clubes para muchas de las ventanas de Eliminatorias. “No quiero desmerecer a estos chicos, pero justo antes ganamos el FIBA Américas. Estuve ahí, fue impresionante cómo jugaron”, subrayó.
Muratore sostiene que para que el nivel del básquet argentino progrese faltaría que vayan más jugadores afuera. Por la situación económica, indica que es imposible que la Liga Nacional pueda alcanzar un nivel medianamente similar a las ligas europeas, al menos hasta que la situación económica mejore. Y justamente, eso también afecta las contrataciones extranjeras. “Antes teníamos los mejores extranjeros, y chocar con esos jugadores resultó muy bueno para nuestros chicos. Ahora no lo tenemos, vienen jugadores extranjeros pero no de primera línea”, consigna.
Según Muratore, falta apoyo en el básquet tucumano
¿Qué le falta a la provincia para volver a tener un equipo en la Liga Nacional, algo que no logra hace más de 20 años? “Hay que unirse. Cuando fui presidente, me cansé de pedir que se unan todos los equipos a efectos de jugar la Liga Nacional. Tenemos dispersados por todos lados un montón de chicos que podrían estar jugando en un equipo”, argumenta.
Además, también indica que la falta de apoyo es otro punto clave. “Los clubes que jugaron la Liga Nacional no consiguieron apoyo de las empresas privadas. Ha sido puro esfuerzo de los presidentes de las instituciones”, señala.
En cuanto al apoyo gubernamental remarca que bajo su gestión, el gobierno brindó cierta ayuda para Talleres de Tafí Viejo y Mitre. “Estuvieron dos años apoyándolo, pero después lo bajaron”. Por eso pide que la situación cambie. “Si apoyan el fútbol, tienen que apoyar el básquet. En Santiago lo hacen; en Formosa y en Salta, también. En las provincias muchos gobiernos colaboran”, sentencia el protagonista de una obra digna de una película.