“Cantautor es quien escribe y canta sus propias canciones; históricamente aparece la figura del trovador trotamundos que va llevando las historias de la gente de un lugar a otro, con letras muchas veces sociales y políticas. Siempre me he sentido identificado con ese rol, intentando que prime la honestidad artística en lo que uno comparte, pero existen tantas variantes como cantautores”.

El Encuentro Molle de cantautores se hace internacional esta noche con la presencia del uruguayo Juanma Barrios, quien llegará desde Paysandú a las 21.30 a CiTá Abasto de Cultura (La Madrid 1.457) para reafirmar esa condición de trashumante que planteó al comienzo de esta nota con LA GACETA.

“La canción como género ha logrado sobrevivir desde sus primeros tiempos, adaptándose y tomando formas contemporáneas para mantener su esencia de transportar historias. Sobrevive al paso del tiempo cualquiera sean las circunstancias y épocas y ese es su mayor reconocimiento”, agrega.

Al componer, Barrios siente la influencia de “la geografía en donde uno vive o en donde uno transita etapas importantes de su vida, incluso muchas veces de forma inconsciente”. “Los paisajes de mis letras inevitablemente remiten al río y al litoral uruguayo, pero también al mar… A la vez, si bien mi origen es del interior de Uruguay, la música de raíz folclórica comparte influencias con otros ritmos más urbanos o citadinos, por los viajes y experiencias que van aportando al bagaje de información que luego aparecen en las canciones”, admite.

“La música tiene infinitas posibilidades y creo que todas cumplen una función que hace que, justamente, funcione. No creo que sea válido estar todo el tiempo reflexionando y filosofando de la vida con una guitarra, como tampoco vivir en una celebración eterna. Me permito si discrepar con propuestas que resultan violentas, racistas o misóginas, pero no creo que sea en sí con el rol de compositor sino como persona. Hay una corriente de cantautores que transitan un circuito alternativo compartiendo afinidades estéticas y filosóficas; la pandemia de alguna manera colaboró para que ciertos vínculos se consoliden generando redes, porque las personas de forma natural buscamos iguales para hacernos más fuertes: somos una suerte de Liga de la Justicia de la Sensibilidad”, resaltó.

EL EXTRANJERO. Desde Paysandú, Uruguay, viajará Juanma Barrios.

Al otro lado del río, ya en territorio argentino, vive Carlos Pulidori, quien también será protagonista de esta noche en CiTá. Su viaje lo traerá desde Federación, en Entre Ríos, “ciudad que fue derrumbada, inundada y relocalizada en 1979; yo nací dos años después de esa bisagra en la historia y recabé información del pasado a través de mis padres, vecinos y todo eso, a la hora de componer, te atraviesa”. “En mi infancia no había árboles, ni pájaros. El territorio en el que se vive nos sirve a la hora de componer. Nos servimos tanto del paisaje, de la gente como de las sonoridades que viajan trascendiendo las generaciones. Me crié escuchando radios uruguayas, el canto popular uruguayo o la música no entiende de fronteras”, afirma en diálogo con LA GACETA.

Acerca de las características del género, asevera que “lo que lo diferencia y a la vez lo dota de una autenticidad inédita es que el cantautor se involucra de manera directa, contando en primera persona experiencias, sentires, pesares, fracasos, una forma de pararse frente al mundo, el nacimiento de un hijo, la desigualdad, la injusticia, el desastre que hacemos con el planeta, por citar algunos disparadores; además, hacemos funcionar las canciones en su estado más primitivo, con un piano, un ukelele, una guitarra o la voz misma”.

El músico confiesa que “en un momento pensé que podría cambiar el mundo cantando, con ese paradigma tardío de los 70, pero me fui desilusionado y a la vez aferrando a las almas que tocás cuando contás y cantás tus penas”. “Hoy me reconforta viajar y conectarme con gente maravillosa como la que nos convoca en este encuentro: algunos hacemos 1.400 kilómetros para compartir tres días porque necesitamos ámbitos como este donde poder desarrollar el concepto. No somos una aldea de duendes buena onda, pero me resulta inescindible la música del aspecto humano”, reconoce.

Pulidori admite que en sus composiciones “trato de llevar un mensaje para que alguien lo reciba, se sienta parte y cuando pasa es reconfortante: si una letra está sumergida en un paisaje sonoro que acompaña, es algo sublime”.

La jornada de hoy -segunda de tres- tendrá también a los tucumanos LaRuth, Nancy Pedro, Carlos Andújar, Alejandro Kaplán y El Vázquez, al platense Diego Martez, y al entrerriano -de Concordia- Carlos Rodríguez.