Con frutos rojos, con chocolate, con miel y caramelo o cualquier otra fruta que resulte tentadora. La avena nocturna se popularizó en los últimos años por su practicidad en la preparación y por los nutrientes que aporta. Además, es un plato que aman los más chicos.

“Desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo”, dice el dicho y la avena es el ingrediente ideal para cumplir al menos la primera parte. Permite evitar las harinas y tomar una primera comida fuerte al empezar el día.

La nutricionista tucumana María del Rosario Costilla asegura que la avena ayuda a reducir el colesterol en el organismo y mejora el sistema cardiovascular, previene el estreñimiento y la diabetes debido a su alto contenido en fibra. Además, por sus componentes, la avena es rica en proteínas, vitaminas, hidratos de carbono y minerales.

“Entre los cereales, la avena es uno de los más completos y saludables porque tiene abundantes nutrientes y es alto en fibra”, advierte Costilla. La avena es recomendable para aquellos que gastan energía en actividades físicas y para los que siguen una dieta para bajar de peso, mejora la digestión, disminuye el apetito y ayuda a evitar los ataques de hambre provocando una sensación de saciedad más prolongada, dice la especialista.

Avena nocturna: un desayuno nutritivo y sin harinas

A diferencia de la avena calentada en microondas, la avena nocturna –u overnight oaks– no necesita calor en su preparación y tampoco se quema o seca. Aunque si bien hay quienes eligen comerlo frío, también hay personas que le dan un golpe de calor.

Ingredientes

- 360 gramos de avena

- 600 mililitros de leche o bebida vegetal

- 15 gramos de cúrcuma molida

- 15 gramos de canela molida

- 15 gramos de chía

Preparación

En un recipiente o taza agregar la avena, la semilla de chía, la canela y la cúrcuma. Mezclar los ingredientes para integrar sabores. Agregar la leche o la bebida vegetal y remover durante unos minutos hasta que quede una pasta homogénea. Tapar y dejar reposar en la heladera durante toda la noche. Al día siguiente, retirar del frío y servir porciones individuales.

Los toppings son el ingrediente ideal, sobre todo para volver el plato atractivo para los más chicos. La frutas, especialmente los frutos rojos, van muy bien con la avena, así como también la mermelada. Pero, para agregarle una textura crujiente puede usarse granola casera o algunos chips de chocolate amargo.