“El Zumba ha significado muchos cambios radicales en mi vida. Y más allá de las ricas experiencias personales, como viajes y encuentros, me ha tocado ser testigo de muchos momentos de cambio en personas que han venido a clase, tanto físicos como emocionales. Que haya podido ayudarlas es lo más gratificante de esta profesión”.
Hugo Mendieta, que vino hace 17 años de Jujuy a estudiar Biotecnología, completa su historia. “Cuando fallece mi padre hubo un punto de inflexión en mi vida y empiezo a tomar como filosofía de vida hacer lo que a mí realmente me gustara. Siempre he sido bailador -no bailarín profesional-. En un principio tomé clases de salsa y me convertí en profesor, como instructor de ritmos latinos, de salsa y bachata. En un momento llegó un instructor de Zumba a Jujuy. Él fue el primero en el NOA. Mi hermana me inscribió en el curso, que hice en Córdoba, con mucho sacrificio”, relata.
“Cuando conocí el programa, lo que más me llamó la atención fue la alegría que tenía la gente en clase -resalta-. Cuando lo traje a Tucumán, me costó mucho instalarlo porque era un programa nuevo. Nadie se animaba. Como no se me abrían las puertas, tomé la iniciativa propia. Empecé a dar clases y llegó un momento en que tenía hasta 100 alumnos por turno. Llegué a tener hasta 400 por día. Era impresionante. Luego abrí mi salón propio, más grande. Pasé por diferentes etapas hasta que me postulé para ser formador de instructores. Eso es lo que hago desde hace nueve años; y sigo dando doy clases, pero no full time”.
Definición
El profesor Mendieta define Zumba como “un programa de entrenamiento que combina todos los ritmos adaptados como ejercicios. Es ejercicio disfrazado de baile. Bailamos todos los géneros”.
“Zumba es un nombre propio del programa. El creador, Beto Pérez, colombiano, patentó la estructura de clases y la llevó a EEUU, donde creó la empresa en 2001. El nombre Zumba viene de la dificultad de los hablantes locales de decir rumba en castellano. Como él es fanático de El Zorro, tomó la Z y creó Zumba”, precisa.
Para quiénes
Zumba está recomendado para todo aquel que tenga respaldo médico. Hay diversas ramas: desde Zumba Gold, para adultos mayores, hasta Zumba Kids para los más chicos. Una clase regular de Zumba la puede hacer cualquiera, y cada uno la va adaptando a sus capacidades y a su ritmo. Normalmente la edad promedio de los alumnos de 25 hasta 60 años. No hay distinción de género, pero en el 95% asisten las mujeres. Una clase dura ente 50 minutos y una hora.
Para mamá
Como regalo a mamá en su día, el profesor dice: “Zumba es altamente recomendable porque les va hacer bien física y emocionalmente: la mamá va a estar contenta; va a llegar feliz a la casa después de clase. Es un tiempo dispuesto sólo para ella, una hora exclusiva para el baile y el disfrute, así como un momento de liberación de todos los roles, para que sean ellas mismas”.
Mendieta da clases en Jockey Gym Plaza Independencia (San Martín 451) y en Ven Báilalo (Virgen de la Merced 75) (@hugomendieta_).