No hace falta caminar mucho para saber que las cosas aumentan. Todo se encarece; y ese es un problema al que no escapa a los colegios privados. Casi todos los meses las cuotas se ajustan y a veces -cuentan algunos padres- por encima de los montos aprobados por el Ministerio de Educación de la Provincia. “Nos dicen que es para futuros aumentos”, relata una madre que pidió reserva de nombre.
Ante ello, padres y alumnos se enfrentan a delicadas situaciones: algunos tuvieron que retirar a sus hijos de una institución por no poder pagar el monto estipulado; y los chicos en algunos establecimientos no pueden rendir exámenes si no tienen los pagos al día.
Según un nuevo decreto firmado por el Gobierno de Tucumán, este mes los colegios privados sufrirán un aumento de hasta el 23 %, el 7% más que en septiembre. “En las planillas de pago siempre tengo aumentos a cuenta de futuros aumentos. La llevamos mal. Hacemos un sacrificio tremendo, dejamos de lado otros gastos -cuenta Carina, mamá de dos hijos, en primaria y en secundaria-; sé que hay padres que se atrasaron y ya no se les perdona. Algunos tuvieron que buscar nuevos colegios porque no pueden afrontar el pago de las cuotas; y hay otros ya pensando en cambiarlos. En el colegio de mi hija sacaron las becas y, además, si te atrasás dos o tres meses, no te renuevan la matrícula para el próximo año”.
De marzo a octubre, hay colegios que han aumentado hasta $50.000 la cuota. “Los aumentos son, prácticamente, mes a mes. Acabo de pagar la cuota (del secundario) de mi hija a $21.000. Aumentó $4.000 y ya nos avisaron que el mes que viene aumenta de nuevo. Obviamente, a nadie le alcanza el dinero; sé que hay mucha morosidad en el colegio, pero tengo que decir que se nos ayuda, porque la fecha de vencimiento es hasta el 15”, cuenta Ana, mamá de una adolescente de 16 años, que asiste a un colegio ubicado en avenida Belgrano al 2000. “Y hay una cuestión: si los chicos no tienen pagada la cuota, no los dejan rendir. Y eso los pone mal, es como si les metieran presión a los chicos. No me parece bien”, advierte. Además, explica que por los aumentos ha tenido que restringir algunos gastos en la escuela. “También hay que pagar una cuota adicional para que los chicos vayan a hacer educación física. Yo tuve que elegir pagar sólo lo mínimo, y no para que mi hija haga natación”, aclara.
Noemi tiene tres hijos; uno en sexto año, otro en sexto grado y uno en jardín. “Hemos tenido seis aumentos desde marzo -comenta-; no hay un porcentaje estipulado, los padres nos quejamos de la situación, pero lo único que nos dicen es que el colegio no está subvencionado. Lo que nos queda es hacer horas extras. Mi marido hace eso para llegar a pagar el colegio; comenzamos pagando hace seis años una cuota de $ 1.500, que hoy son $ 36.800 y si nos atrasamos se va a $ 38.000. Natación es otro presupuesto, y ya tenemos la matrícula, que hay que pagar hasta noviembre a $ 92.000, si no aumenta”
Hay otros padres que ya optaron por la resignación. Elizabeth tiene a su hija en jardín de cinco años. “No hay muchas quejas, porque los padres averiguaron y están todos los colegios igual o peor. No hay soluciones, porque dicen que es lo mismo; que en otros colegios es más caro”, concluye.