En una exhibición tempranera de poderío futbolístico, el equipo de Sebastián Méndez dio una lección de fútbol en los primeros minutos del partido. Apenas siete minutos después del pitido inicial, Claudio Aquino desató la emoción en el estadio al enviar un lateral desde el lado izquierdo del campo directamente hacia el área rival. 

Tan solo cuatro minutos después, Santiago Castro robó el balón en el mediocampo. Con determinación, avanzó y desde afuera del área, acomodó un sablazo que se clavó en el ángulo derecho del arquero visitante. 

A los 17 minutos Vélez volvió a la carga con un tiro libre desde la derecha de Aquino que cabeceó Florentín al tercero.