Caminar tiene múltiples beneficios para nuestra salud, tanto física como mental. Quizás sea un hábito que muchos hayan incorporado en su rutina diaria, pero lo cierto es que quizás no estarían aprovechando todos las ventajas que puede llegar a tener esta actividad. La diferencia está en ¿el uso de auriculares?

Por ejemplo, ¿qué problema puede conllevar el ponernos los auriculares para salir a caminar?. No es que sea un problema en sí, pero supone una distracción y es eso precisamente lo que nos impide mejorar nuestra salud al nivel que podríamos hacerlo si no lleváramos nada. Y es que, caminar en completo silencio se convirtió en la forma favorita de aumentar nuestro bienestar.

En lugar de hacer cardio intenso, o andar con un amigo o escuchando un podcast, se trata de pasar tiempo por nuestra cuenta, haciendo un ejercicio de baja intensidad en completo silencio. De esta forma, podemos encontrar esos momentos para pensar de verdad en nosotros mismos y para calmarnos y obtener mayor claridad ante las adversidades de la vida.

Esto no es algo nuevo, pero en un mundo tan acelerado en el que encontramos distracciones en todas partes, hacer hueco para estar solos y simplemente pensar es muy complicado; y, sin embargo, sigue siendo muy necesario para nuestra salud mental y emocional.

¿Qué beneficios tiene caminar en silencio?

Caminar en silencio y sin música es algo que se popularizó como consecuencia de los estilos de vida tan ajetreados que llevamos, y la necesidad que tenemos de frenar un poco y conectar con nosotros mismos.

Uno de sus mayores beneficios es que nuestros niveles de estrés y ansiedad pueden verse reducidos de forma notable muy rápidamente. A veces vivimos la vida en piloto automático y en modo de supervivencia. Algo que debería estar reservado a las situaciones en las que realmente estamos en peligro, no en nuestra vida diaria.

Caminar en silencio es un modo de hacernos conscientes de cómo nos sentimos en realidad y reflexionar acerca del por qué. En cierto modo, podríamos decir que es un modo de practicar mindfulness casi sin darnos cuenta, porque simplemente nos preocupamos del momento presente y de nuestro entorno en ese determinado momento.

Además de calmar nuestra mente y despejarnos, por supuesto no debemos olvidar los beneficios que tiene en nuestra salud física, porque estaremos practicando cardio, pero al mismo tiempo estaremos entrando en una fase de reseteo y descanso.

Y es que, aunque no nos demos cuenta, cuando caminamos con auriculares u otros tipos de distracciones, podemos aumentar nuestras sensaciones de ansiedad, porque nuestros cerebros son incapaces de procesar toda la información a la que estamos expuestos en nuestro día a día.

Para algunas personas sí puede ser bueno salir a pasear con música, escuchando un podcast o con un amigo, pero en realidad todo depende de la situación. Si buscamos pasar un buen rato está bien, pero si lo que queremos es descansar mentalmente, estas actividades pueden ser demasiado estimulantes en determinados momentos.

Cómo podemos obtener todos los beneficios de salir a pasear

Simplemente se trata de convertirlo en una experiencia consciente, de mindfulness. No salir a caminar de forma automática como si fuésemos robots, sino fijarnos en todas las sensaciones que recorren nuestro cuerpo: el asfalto bajo nuestros pies, el color del cielo o del atardecer, el sonido que hay en las calles.

Podemos fijarnos en todos esos pequeños detalles para conectar con nosotros mismos y con el entorno, en lugar de pensar constantemente en cosas que nos preocupan y nos causan estrés y ansiedad.

Al final, no todos somos iguales y lo que le calme a una persona no tiene por qué ser la solución definitiva para los demás. Podemos probar a caminar en silencio y, si no nos convence, volver a ponernos los auriculares. La cuestión está en encontrar ese momento sin distracciones que nos ayude a mejorar nuestra salud mental y física.