Daniela Pérez, de la sección Economía de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), realizó un análisis económico y señaló que el nivel de gastos desde el barbecho a cosecha, tuvo un rango de entre 350 y 660 U$S/ha, ubicándose con mayor frecuencia entre 400 y 500 U$S/ha. Indicó que a estos gastos hay que agregar los de administración, flete, arriendo y recordar que no tienen incluido el IVA, ni otros impuestos.

El nivel de la erogación depende de los problemas que haya enfrentado el cultivo y del nivel de tecnología empleado. Ante estos niveles de gastos y el precio promedio de la época de cosecha del orden de 190 U$S/t (un 20 % inferior al de 2022), el rinde de indiferencia, es decir, las toneladas de maíz que se necesitan para cubrir estos gastos, se ubicó por arriba del promedio para Tucumán de 4,27 t/ha. Así, la campaña 2022-23 tuvo en general un resultado negativo, sobre todo, en situaciones de mayor uso de tecnología y problemas sanitarios.

En la campaña 2023-24, la incertidumbre domina todos los aspectos, el precio para los futuros de julio de 2024, hasta el momento, es inferior al actual, por lo que los rindes de indiferencia oscilarían entre 3,8 y 6,2 t/ha para tierra propia, y 3,8 y 7,2 t/ha para arriendo. Para lograr resultados positivos en planteos con más uso de tecnología, el cultivo debería lograr una productividad superior a 6,2 t/ha en tierra propia y a 7,2 t/ha en arriendos.