La medicina no obsta la música en el hacer de la pianista tucumana Lidia Hortt. Hoy a las 21, en el Auditorio del Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265) cambiará el estetoscopio por las teclas.
- ¿Cómo repartís tu tiempo entre la cardióloga y la pianista?
- Me llevó bastante tiempo acomodar mis horarios de estudio para el piano. Asisto al hospital Centro de Salud por las mañanas, y a la tarde al consultorio particular, de modo que al finalizar la jornada laboral dispongo de tiempo y tranquilidad, además de concentración, para poder estudiar piano. Aunque no todos los días se puede, pero aprovecho más los fines de semana y algunos feriados.
- ¿Ambas profesiones te demandan la misma pasión?
- Así es. A los profesionales de la salud en general no nos reconocen como se debiera nuestro trabajo y dedicación ni los años de estudio y perfeccionamiento. Si no hubiera vocación y pasión, sería difícil afrontar la medicina todos los días. La diferencia es que a la música la ejerzo sin presiones, con mis tiempos, sin reclamos de nadie, y con mis propias exigencias.
- ¿Cuál es el repertorio que estudiás?
- Mi estudio se centra en la música clásica de compositores como Bach, Mozart y Beethoven. Fui agregando obras de autores contemporáneos y de autores argentinos, porque hay una vasta fuente de obras de Ginastera, Guastavino y tantos otros. De todos modos también me gusta tocar tangos, boleros, folclore y canciones melódicas.
- ¿Qué vas a tocar esta noche?
- El programa incluye una sonata de Wolfgang A. Mozart; Sonata Claro de Luna, de Ludwig van Beethoven; la Suite Masquerade, de Aram Katchaturiam, y Danza Santiagueña, de Manuel Gómez Carrillo.
- ¿Podés describir brevemente las obras?
- La sonata de Mozart es tal vez la más conocida, sobre todo por el último movimiento, conocido como Marcha Turca. El primer movimiento de Claro de Luna, nombre puesto después de la muerte de Beethoven, es el más conocido. Tuvo muchas adaptaciones y fue utilizado como banda sonora en películas y series; transmite una inmensa tristeza y dolor. La suite Masquerade pertenece al compositor de origen armenio Katchaturiam, quien es considerado uno de los más famosos autores rusos del siglo XX. Y la Danza Santiagueña es una obra de nuestro folclore, compuesta por Gómez Carrillo, un gran músico y recopilador argentino, también del siglo XX.