El último boleto a la final de la Copa Libertadores 2023 se lo disputarán Boca y Palmeiras esta noche, desde las 21.30. Su último antecedente por esta misma instancia, se dio en 2018 y 2001, con la particularidad de que en las dos ocasiones el triunfo fue para los "xeneizes". Sin embargo, el más importante fue el de principio de siglo, por el contexto y los acontecimientos que se desarrollaron en Brasil, luego del empate en "La Bombonera", por 2-2.
En aquella ocasión, los dirigidos por Carlos Bianchi llegaban con la obligación de imponerse en el "Allianz Parque" y lo hicieron desde el punto penal por 3-2, tras repetir en el marcador el resultado de la ida. Walter Gaitán y Juan Román Riquelme habían convertido para el "xeneize", mientras que el conjunto brasileño llegó a la igualdad a través de Fabio Junior -de penal- y Jorge Bermúdez, en propia puerta.
Con un gran despliegue futbolístico de Román y con el marcador 2-0 arriba, los hinchas del "verdao" explotaron de furia ante la anulación del descuento para Palmeiras. Tal es así, que dos fanáticos se metieron al campo de juego y agredieron físicamente al juez de línea Daniel Wilson. Uno con una trompada y el otro con una patada voladora. Por consecuencia, el duelo se postergó siete minutos.
En el desarrollo del juego, Alexandre se fue expulsado para los locales y la furia se desataría en el entretiempo. Cuando Boca se dirigía a los vestuarios, cayó una bomba de estruendo que impactó en la cabeza de Bianchi. Al final del partido, el "xeneize" se retiró rápido del campo de juego para evitar disturbios y siguió con la celebración en los vestuarios.
Cantos en contra de la dirigencia "xeneize"
En los vestidores, no solo hubo desahogo por la victoria, sino también cantos en contra de la dirigencia, más específicamente de Orlando Salvestrini, tesorero del club y mano derecha del presidente Mauricio Macri. En la semana previa, Salvestrini había mandado "al psicólogo" a los jugadores ante el pedido de cobrar unos premios pendientes de la Copa.