“Todavía seguimos pensando y discutiendo sobre el debate presidencial. Fue uno de los hechos más importantes de los últimos tiempos. Tuvo una audiencia increíble. ¿Hubo ganadores? En los debates siempre hay un ganador, pero en este no sé si hubo ganadores. Cada uno jugó su juego, se defendió y trató de evitar errores”, dijo el periodista Federico van Mameren en el arranque de su editorial en “Panorama Tucumano”.
En ese sentido, sostuvo que “(Javier) Milei, que juega de ganador porque las encuestas lo ponen en una situación de ventaja, apareció con otra actitud. Alguien le dijo que guarde la motosierra, los exabruptos y se vista de estadista. Pero ninguno de los candidatos que estaba ahí pudo vestirse de estadística y transmitir la potencia de lo que es ser un estadista. Sin embargo, esta imagen mejorada que le transmitieron a Milei lo llevó a identificarse y ser más parecido a los otros, algo que él no quería hacer”.
“A (Sergio) Massa hicieron fila los cuatro para golpearlo. Era el blanco concreto, porque pertenece al Gobierno. Y todos durante el debate se preocuparon por golpearlo. Él aguantó, no se enojó, pero no se defendió. Lo peor es que trato de decir que no pertenecía al Gobierno cuando él llegó para unirlo. Pero la sacó barata porque apenas hubo menciones al lamentable caso de (Martín) Insaurralde. (Patricia) Bullrich sacó a relucir su discusión con Milei y se mostró agresiva. Cuando fue agresiva fue irrespetuosa y cuando fue irrespetuosa no fue presidenciable. No fue una estadista. En los momentos que pudo demostrar el equipo no llegó a defenderlo porque quería demostrar que sí podía con la economía, cosa que indudablemente no puede”, agregó.
Van Mameren consideró que Myriam Bregman y Juan Schiaretti tuvieron la posición más cómoda en el debate. “Bregman se perdió en las críticas y no pudo demostrar la potencia de la izquierda para ser presidenciable. Schiaretti se equivocó de debate. Fue a un debate para ser presidente de Córdoba y no del país”, analizó.
Por otra parte, Van Mameren señaló que una de las frases que dejó esta semana fue la del gobernador electo Osvaldo Jaldo. “Dejó entrever que gobernar es llevarse bien con la Nación. Con lo cual está augurando un Gobierno que no va a ser oposición y que va a tratar de seducir a quien esté en la Nación. Ya Jaldo en sus propias declaraciones, va dibujando lo que va a ser su futura gestión o los primeros dos años de ella”.
“Manzur, en tanto, va buscando el refugio para su gente en la Municipalidad, en la Legislatura y en distintos inventos de posibles instituciones que se puedan crear. El manzurismo va a pasarla un poco incómodo en los primeros tiempos de la gestión de Jaldo”, sostuvo.
En el tramo final de su editorial, el periodista se refirió al caso de Insaurralde. “Está en boca de todos. ¿Insaurralde es el único? ¿Cuántos Insaurraldes hay en Tucumán? ¿Cuántos vienen destruyendo la política? Difícil es identificar los enriquecimientos ilícitos y la forma en que la política fue adueñando de situaciones que le deberían ser extrañas porque debería estar preocupada por el bien común”, dijo.
“Cuando la cosa pública comienza a ser propiedad del funcionario público, comienzan los insaurraldismos. Que terminan con la degradación absoluta de la política”, finalizó.