La fórmula Coronel- RRR casi le solucionan todos los problemas a Atlético Tucumán en tan solo 20 segundos. Esa primera jugada furiosa del segundo tiempo merecía terminar en gol por la gestación y la sorpresa que generó, pero Mateo Coronel no le pudo dar potencia al remate que fue rechazado por Matías Mansilla.
Después del primer tiempo la vara había quedado bajísima y esa primera jugada entregó una señal, había otra actitud. Los hinchas que volvieron a copar el Monumental se ilusionaron, pero les duró poco.
El primer tiempo fue realmente malo para Atlético, en ningún momento pudo imponer condiciones, el tándem De la Fuente-Tesuri no lastimó por derecha y ni Joaquín Pereyra ni Ramiro Carrera estuvieron finos con la pelota en sus pies. Otra vez, Coronel e Ignacio Maestro Puch jugaron muy aislados del resto y debieron autogestionarse algunas situaciones, pero en lineas generales fueron inofensivos ante la firmeza de la zaga santiagueña.
Atlético Tucumán empató con Central Córdoba en un duro partido¿La más clara? Un pelotazo llovido que Tomás Marchiori debió controlar en dos tiempos luego de un mal cálculo, ante la presión de “Pulga” Rodríguez. En la última de esa primera etapa, Carrera tuvo un tiro libre en la puerta del área que ejecutó por arriba del travesaño y seguramente recibió alguna cargada del “10” rival que se acercó amistosamente y lo abrazó. Poco y nada para el partido que cerraba la fecha de los clásicos.
Volvamos al segundo tiempo, que fue el más entretenido de la noche: hubo situaciones para ambos, pero las más claras fueron para los santiagueños. Eso sí, los primeros minutos del “decano” fueron furiosos.
A los 5’ Atlético hilvanó la mejor jugada de su partido. Giani, Pereyra y “RRR” con un par de toques escalaron por la derecha y la pelota terminó en los pies de Matías Orihuela que definió a donde estaba parado Mansilla. A los 13’ Ramiro Ruiz Rodríguez lo tuvo de cabeza, anticipando a todos en el primer palo y pasó cerca. Parecía que Atlético se encaminaba a una victoria segura, pero Omar De Felippe acomodó las piezas en el medio y los ingresos de Leguizamón y Gamba le dieron otro aire en la delantera y empujaron al “decano” hacia un descontrol generalizado: los reclamos a Arasa se multiplicaron y la impotencia en la cancha se mezcló con el nerviosismo de las tribunas y “CC” sacó provecho de ello.
Esos primeros 20’ del segundo tiempo fueron muy buenos para el local, pero no pudo cristalizar en el arco de Central Córdoba, que fue creciendo en el juego y la segunda parte del complemento fue todo de ellos.
Primero un cabezazo de “Legui”, tras un buen desborde de Gamba, después el propio Gamba, a la salida de un córner tuvieron las más claras para la visita. Ambas de cabeza y en las dos con Marchiori como espectador central.
Brian Farioli fue un dolor de cabeza de principio a fin. Por momentos Atlético debió resignar el juego de Pereyra, que se paró cerca del “44” que estuvo intratable hasta el último minuto. Fue el ex Colón el que en la última del partido tiró un centro que nadie pudo despejar y que obligó a Marchiori a lucirse con una tapada para mantener el cero en su arco.
Otra vez, como ante Instituto, Barracas y Arsenal al “decano” le pesó la obligación de hacerse cargo del partido, no pudo romper las lineas defensivas y con el pasar de los minutos fue entrando en la desesperación colectiva que lo llevó a equivocar caminos. Los tres partidos antes mencionados fueron muy similares al de anoche, aunque ante el “guapo” y Arsenal la victoria había quedado en casa.
El sueño copero sigue intacto, pero anoche dejó pasar una chance inmejorable de escalar varias posiciones. El equipo sigue sumando y nadie puede negar eso; puede gustar más o menos lo que hacen en el campo, pero la efectividad habla por sí misma: “en 12 fechas sumamos 23 puntos, sólo River (24) sumó más puntos que nosotros. Lo de los jugadores es brillante”, festejó Sergio Gómez y con mucho de razón.