Las agencias de viaje hablan de la provincia del norte con más potencial perdido del turismo. Se trata de Catamarca, que guarda gran cantidad de destinos vistosos y especiales para quienes buscan descansar algunos días. Entre ellos, está El Rodeo, una villa entre las sierras que cautiva a todos sus visitantes.
Pese a que se habla de una falta de infraestructura y organización para contener a grandes volúmenes de turistas, El Rodeo está lleno de habitantes –lugareños y procedentes de San Fernando del Valle de Catamarca–, dispuestos a oficiar de anfitriones para quienes llegan a visitar sus pagos.
El Rodeo, el tesoro de las sierras catamarqueñas
El Rodeo se encuentra a 270 kilómetros de San Miguel de Tucumán. Entre los caminos elegidos para llegar está la ruta 38, que llega al sur de la capital de Catamarca, donde empalma con Avenida del Bicentenario. Desde allí, la ruta 4 asciende por las sierras hasta alcanzar los 1250 metros sobre el nivel del mar. Solo 39 kilómetors separan San Fernando de El Rodeo.
La pequeña villa está ubicada en el departamento de Ambato, al pie de la sierra homónima. Guarda un clima fresco incluso en verano y es uno de los principales destinos de los catamarqueños para cada ocasión en que pueden tomarse un descanso.
La localidad cuenta con solo 1.007 residentes permanentes según los datos de Indec del 2010 y tiene hosterías, hostales, una casa residencial y campings en los cuales hacer noche o pasar el día. También un río cruza el paisaje y permite a los veraneantes refrescarse en los cuerpos de agua que corren a través de las sierras.
Para los más aventureros se ofrecen circuitos de montaña con acceso a las mejores vistas panorámicas del lugar. También se hacen paseos a caballo para explorar los rincones serranos en torno al pueblo.
Durante el verano, la vida nocturna se activa. Además de los paseos a caballo o los baños en arroyos y piletas, vuelven a organizarse los encuentros nocturnos característicos del norte: las peñas folklóricas.