En el mundo del deporte a menudo se encuentran historias inspiradoras; de personas que desde temprana edad se enamoran de una disciplina. Tobías Zarlenga es un claro ejemplo de ello.
A los 6 años, oficialmente comenzó su recorrido en el softbol, pero su vínculo con el deporte se forjó mucho antes; desde que tenía apenas 4 años.
En ese entonces, su padre Adriano lo llevaba a los Torneos Nacionales. “Me acostaban entre los bolsos de los jugadores, con la mamadera; así me dormía. Desde muy pequeño viví de cerca la pasión por el softbol”, le cuenta a LA Gaceta entre risas.
Nacido y criado en el CEF18, Tobías también dedica tiempo a ayudar en el desarrollo de las divisiones inferiores junto a Martín Nikler y Estefi Gómez, quienes también son jugadores. Durante su etapa inicial, desempeñó el papel de lanzador en las categorías infantiles, cadetes y juveniles, participando en cada torneo regional o provincial que se celebraba en lugares como Santiago de Estero, Salta, Paraná e incluso en Tucumán. Estas vivencias moldearon su percepción del softbol, convirtiéndolo en un estilo de vida y en una pasión que crecía con el tiempo a pasos agigantados.
A los 15 años, dio un gran paso al unirse al equipo de primera división del CEF en el que compartía la cancha con su padre, quien también fue su entrenador durante todos esos años.
De ser el niño que se acurrucaba en los bolsos de los jugadores, pasó a ser un jugador experimentado.
A los 14 años fue convocado a la Preselección Argentina categoría U18, un logro que le exigía viajar solo a las concentraciones. “Mis viejos me llevaban a la Terminal, y en Paraná alguien me recibía. Era algo difícil de procesar, estaba solo durante los viajes”, recuerda.
Para el tucumano las cosas no fueron sencillas. En su primer proceso de selección, compitió con más de 200 jugadores de todo el país. Pero a sólo un mes del Torneo Panamericano, quedó fuera del equipo.
Para el Panamericano y para el Mundial 2022 fue convocado; lo que reavivó la ilusión de representar al país en el seleccionado. “Vino la pandemia, el encierro, el entrenar en casa y que casi no jugamos torneos hasta 2023”, recuerda. “Los sueños de vestir la camiseta de Argentina seguían firmes pero el equipo final no estaba definido. Yo tenía que seguir entrenando la competencia porque el puesto era cada vez mayor. La liga paranaense de softbol es una de las más importantes del mundo. Es una ciudad que cuenta con 8 canchas de nivel internacional y en donde todo el mundo sabe que es el softbol; hasta en las escuelas lo enseñan”.
Finalmente el 30 de julio de este año, después de un proceso que duró 5 años, Tobías recibió la noticia que tanto ansiaba. “Mi alegría fue inmensa. El cuerpo técnico decidió convocarme entre los 16 jugadores que vestiremos la camiseta del seleccionado”, cuenta con alegría y va un poco más a fondo en la cuestión. “Mi sensación sobre el equipo nacional es que estamos muy sólidos en estrategias, en técnica y en capacidad para desenvolvernos con tranquilidad durante el Panamericano”, asegura.
Zarlenga hace todo a pulmón y asegura que es una tarea casi titánica. “Es muy difícil llevar a cabo este sueño sin el apoyo del Estado. Mantener una dieta saludable, curar lesiones, entrenar en el gimnasio, viajar a las concentraciones, reponer las pelotas, el guante, el bate, en fin… Son todos elementos importados y esto hace que sea muy necesaria una política de de apoyo al deporte”, reflexiona.
¿Cómo se puede solucionar esto? “Necesitamos que la Ley de Licencia Deportiva sea tenida en cuenta en el ámbito laboral y de Educación. De esta forma, los deportistas tucumanos sólo estaríamos preocupados por levantar nuestros niveles de juego y de estudio porque las necesidades básicas de nutrición; preparación física y mental, estarán solventadas mediante becas del estado”, propone.
El siguiente desafío para Zarlenga es el mundial. “Estoy muy concentrado en representar a mi provincia y mi país. Por otro lado estoy cursando la Tecnicatura de Programación de la UTN-FRT pero ahora voy a ver cómo seguir con mis estudios durante esta segunda mitad del año, puesto que en noviembre es el Mundial”.
El softbol, una pasión que Tobías Zarlenga lleva desde la cuna
Lo que comenzó como un juego terminó como un sueño de representar a su país.
Tobías Zarlenga