Luego del debate legislativo para ampliar el gasto de funcionamiento del Estado a $ 1,1 billón para el año en curso, en la Legislatura ya prestan atención a lo que será el tratamiento por el Presupuesto 2024.

En la Casa de Gobierno aún no mencionan cifras ni fecha para el envío del proyecto. En la Cámara, sin embargo, se estima que no será antes de las elecciones presidenciales del 22 de octubre, en consonancia con la postura que adoptó la Nación.

El ministro de Economía y también candidato a presidente oficialista, Sergio Massa, hace algunas semanas accedió al pedido del libertario Javier Milei de dilatar el tratamiento del presupuesto al Congreso para después de las elecciones generales. La iniciativa llegó en tiempo y forma, como estipula la ley 24.156 de Administración Financiera, pero será trabajada luego de los comicios. La determinación se basa en que consideran razonable que el próximo presidente pueda contar con la posibilidad de rediseñar su propio presupuesto.

La Constitución de Tucumán señala en su artículo 101, inciso siete, que el gobernador es el jefe de la administración provincial y que una de sus atribuciones es “presentar a la Legislatura el Presupuesto de Gastos y Recursos de la Provincia hasta el 31 de octubre de cada año”. Hasta aquí en la Casa de Gobierno no precisaron si en esta ocasión se cumplirá con los plazos constitucionales o si podría prorrogarse por el cambio de gobernador.

Cabe aclarar que al menos en los últimos tres años el Poder Ejecutivo (PE) envió a fines de octubre las iniciativas con las firmas del gobernador, Juan Manzur, y del ministro de Economía, Eduardo Garvich. El mandatario electo, Osvaldo Jaldo, aún no informó quién estará cargo de la cartera financiera, pero uno de los nombres que sonó fue el de Fernando Solórzano.

¿Último debate?

Fuentes legislativas del Frente de Todos dieron por descontado que la proyección presupuestaria para el año próximo no llegará antes del 22. Advirtieron, a su vez, que en tiempos de incertidumbre la prioridad es llegar lo mejor posible al cierre del año. De todos modos, dejaron trascender que el tratamiento y el debate de la “ley de leyes” será responsabilidad de la próxima Legislatura. Incluso, hay parlamentarios oficialistas y opositores que especulan con que el debate del pasado miércoles podría haber sido el último de esta conformación.

El Ejecutivo suele apoyarse en las proyecciones macroeconómicas que traza la Casa Rosada para elaborar las estimaciones financieras para el año siguiente. Para el presupuesto en curso (Ley N° 9.633) se había proyectado un gasto de $ 798.814 millones para el funcionamiento del Estado, con una inflación anual del 60% y un dólar a $ 269,90. Dado a que las variantes se incumplieron, en la última sesión la Cámara aprobó -por mayoría- un incremento de $ 305.000 millones en busca de garantizar la paz social hasta fin de año.

El proyecto que envió Massa al Congreso contempla un crecimiento del 2,5%, una inflación anual estimada de 70%, un déficit fiscal primario del 0,9% del PBI y un dólar a diciembre de 2024 a $ 600. “Este proyecto pretende contribuir a lograr una estabilización macroeconómica a partir de la cual se pueda sostener un conjunto de políticas públicas a nivel nacional que procuran mejorar la calidad de vida de la población”, reza el texto.